“Recibimos un transporte con un sistema de precios en general muy distorsionado”, lanzó ayer el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, al justificar el incremento en las tarifas de trenes y colectivos de hasta 68,7 por ciento anunciado anteayer. Durante una entrevista radial el funcionario argumentó que el nuevo sistema de tarifa integrada beneficiará “a las personas que hacen más combinaciones, que son las que viven más lejos, las de menos recursos”. La Red Sube ofrecerá descuentos a quienes realicen combinaciones entre colectivos, trenes y también subterráneos para llegar a destino, pero el alcance del beneficio será limitado ya que menos del 20 por ciento de los pasajeros utilizan más de un medio de transporte para alcanzar el destino final. No existen datos oficiales que quienes estén entre esos usuarios sean individuos de bajos ingresos que hoy ya cuentan con la posibilidad de acceder a una tarifa social que les permite abonar el 45 por ciento de los nuevos valores.
Consultado sobre el efecto del cuadro tarifario presentado el miércoles sobre los subsidios, el funcionario estimó que las cifras se mantendrán en línea con las registradas este año. “Con todos estos cambios los colectivos siguen teniendo un 60 por ciento de subsidios, el cambio es que están cada vez más direccionados a la persona y no al sistema”, indicó. Las subas en las tarifas se segmentarán entre febrero, abril y junio. Los viajes en colectivo que hoy cuestan 6, 6,25 y 6,5 pesos llegarán hasta 10, 10,50 y 10,75 pesos en junio, respectivamente. Los viajes más largos, aquellos que se extienden por más de 12 kilómetros y suelen incluir el cruce a la provincia de Buenos Aires, aumentarán de 6,75 y 7 pesos hasta 11,25 y 11,75 pesos. Dietrich no descartó nuevos aumentos durante el segundo semestre.