El gobierno de los Estados Unidos oficializó ayer el arancel de hasta el 72,3 por ciento al biodiesel proveniente de la Argentina. En los hechos, esta decisión implica el cierre del mercado del norte para el biocombustible nacional, con un impacto en materia de exportaciones del orden de los 1600 millones de dólares. La protección comercial de los Estados Unidos se ratifica en un momento en donde el gobierno argentino plantea que “el mundo espera a la Argentina con los brazos abiertos”. En la misma línea, en la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) organizada en Buenos Aires no se alcanzó ningún acuerdo concreto en un clima de enfrentamiento entre Europa y Estados Unidos. Además, el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que Mauricio Macri esperaba firmar el pasado diciembre, quedó en suspenso por la negativa del sector agropecuario europeo a abrirse a las importaciones junto a las dudas de Brasil.
Los nuevos aranceles de los Estados Unidos al biodiésel nacional se publicaron en el Boletín Oficial con la firma de la International Trade Administration del Departamento de Comercio. Según la norma, el gobierno estadounidense concluyó que su industria se veía “materialmente perjudicada” por las importaciones supuestamente subsidiadas del biocombustible argentino, así como las provenientes de Indonesia. La publicación oficial establece que las empresas argentinas deberán pagar un arancel del 71,87 por ciento, con excepción de la Louis Dreyfus Corporation Argentina, con un arancel del 72,28 por ciento y la empresa Vicentín, que deberá pagar el 71,45. Ante el perjuicio para la industria local, el Gobierno evalúa llevar el caso al órgano de soluciones de diferencias de la OMC, luego del fracaso de las gestiones diplomáticas.
Dirigentes de Carbio, la Cámara que agrupa a productores nacionales de biocombustibles, mayormente a las grandes cerealeras, afirmaron que una especie de paliativo a la mala noticia proveniente de los Estados Unidos es que la Argentina exportaría al menos 500 mil toneladas de biodiésel a la Unión Europea en 2018, luego de que el bloque de la UE redujera un elevado arancel que aplicaba al biocombustible tras perder un caso en la OMC. En el Gobierno prefieren concentrarse en señalar los avances en materia comercial con los Estados Unidos en el sector de limones.