Uno de los principales problemas del déficit externo del país es el turismo. En 2017 hubo un rojo de alrededor de 12 mil millones de dólares por argentinos que viajaron al exterior y consumieron divisas fuera del país. Se trata de una cifra que equivale a 2 puntos del Producto Interno Bruto y que si se hubiera gastado en el mercado interno podría haber potenciado el crecimiento del consumo y la inversión. 

Las tensiones por el déficit del turismo se siguen acelerando en 2018. Algunas estimaciones indicaron que a Chile irán 1 millones de argentinos para ver al Papa Francisco, quién estará en las ciudades de Santiago, Temuco e Iquique la tercera semana de enero. Se espera record de turismo además en otras localidades de veraneo como Punta del Este, en Uruguay, y Florianópolis, en Brasil.

Las cuentas externas del país atraviesan una fase de fuertes tensiones. Además del turismo, se suman las pérdidas por la dolarización (atesoramiento de moneda extranjera) que ya generan una pérdida de 2500 millones de dólares al mes. Estas cifras anualizadas arrojan un rojo de 30.000 millones de dólares. El giro de utilidades de las multinacionales a sus casas matrices, en tanto, implica la pérdida de unos 3000 millones de dólares año a año. Estos desequilibrios son compensados por el momento con la entrada de deuda externa. El Tesoro, por caso, anunció ayer la emisión de unos 15 mil millones de dólares en bonos externos.