Durante el día de ayer se intensificaron los rumores de renuncia del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger. El fracaso de la política monetaria en el control de la inflación y el cambio en las metas de precios para este y los próximos años anunciado la semana pasada desnudó las diferencias que existen dentro del equipo económico de Cambiemos. El presidente del Central fue quien quedó más expuesto con la flexibilización del objetivo, dado que públicamente había reconocido su desacuerdo con que se modificaran las metas que defendió a rajatabla, aún a costa de entorpecer la recuperación productiva. La decisión del Ejecutivo fue una incidencia directa en la supuesta independencia del organismo en el manejo de los instrumentos de política monetaria, en particular de la tasa de interés. Desde la autoridad monetaria rechazaron los rumores de que Sturzenegger vaya a dejar su puesto y aseguran que no se siente golpeado políticamente por la decisión del Ejecutivo.
“La independencia del BCRA es un elemento central para una macroeconomía estable. El riesgo más grande que tenemos es la complacencia. Un 1 por ciento mensual no le sirve a la Argentina. Tenemos que tener la inflación de un país normal”, aseguró Sturzenegger en septiembre de 2016, todavía envalentonado con que lograría la meta que se había anunciado a principio de ese año. Pero la semana pasada esa autonomía relativa quedó vulnerada cuando en una conferencia de prensa que encabezó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, se elevaron en un 50 por ciento las metas de inflación que se habían fijado hasta 2019 en un reconocimiento explícito de las dificultades para contener la suba de precios.
La posición de Sturzenegger sobre el tema había quedado clara en varias oportunidades en las que defendió la meta anunciada en 2016 por el entonces ministro de Hacienda Alfonso Prat-Gay. En el Gobierno consideraban que las altas tasas de interés, por encima del 28 por ciento, entorpecen la recuperación económica y la inversión. Para Sturzenegger los actuales niveles de tasas no impiden la inversión sino tener una alta inflación. Según pudo saber este diario, cuando se le consultaba por el nivel de tasas de interés, respondía que era el adecuado para la inflación objetivo y que si se pretendía una relajación de la política cambiaria que modificaran la meta. Fue lo que hizo el Gobierno, cambió la meta, en una clara intervención en la política monetaria. “Es un error plantear que se haya vulnerado de independencia del BCRA”, aseguró el jefe de Gabinete, Marcos Peña, luego de la conferencia.
En una mirada institucional las metas de inflación las debe fijar el Banco Central, así como las herramientas para alcanzarlas, y ser aprobadas por el Directorio. “Pero no fue así ni antes ni ahora. Esa independencia nunca existió”, dijo a PáginaI12 el ex director del Central, Pedro Biscay. Sturzenegger se había tomado en serio esa independencia y conformó un Consejo de Política Monetaria. “No está mal que la meta se fije en conjunto, pero ahora además se metieron con los instrumentos”, afirmó el director que fue desplazado por el macrismo. “La modificación de las metas tuvo como objetivo central bajar las tasas de interés, con lo que perdió ese manejo”, agregó. Relajar la meta implica que el Central deberá ahora flexibilizar la política monetaria y reducir la tasa de interés. Ante la expectativa de una baja de tasas el mercado cambiario se recalentó y el dólar se disparó (ver aparte) y se reavivaron rumores de renuncia del titular del organismo.
“No hay una reacción clara en el mercado. Pero el dato malo fue que haya nuevos objetivos, aunque se descontaba una inflación de al menos el 18 por ciento para este año. Por el momento, no se descuenta un cambio en el Central sino una continuidad de la política algo más flexible”, señaló a este diario Julio Bruni, director de Arpenta Sociedad de Bolsa. Según detalló, los movimientos financieros dan cuenta de que las nuevas metas tampoco son creíbles. “Habrá que ver el dato de inflación con que haya terminado 2017 para empezar a determinar lo que suceda este año”, aseguró el directivo de la entidad financiera. Este martes Sturzenegger deberá utilizar su arsenal de instrumentos para cumplir con el nuevo objetivo de inflación del Ejecutivo, contrapesando el efecto de los tarifazos en los servicios públicos. “La independencia está en cómo aplicar los instrumentos, que son atribución del Central, sea operar en pases con los bancos y letras o manejar la liquidez”, aseguró una fuente oficial. Desde la entidad consideraron “razonable” que después de la medida de cambio de meta haya rumores de renuncia y aseguran que el titular del BCRA no vive como una derrota la modificación de objetivos, aunque reconocen también que no compartía la decisión que impuso Peña.