El Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) de Uruguay implementará en el primer semestre de este año “expendios” para la venta de marihuana de uso recreativo, con el objetivo de franquear las trabas que los bancos pusieron a las farmacias autorizadas por el Estado para comercializar cannabis. En agosto de 2017, a un mes de haberse iniciado la venta legal, las cuatro farmacias habilitadas de Montevideo recibieron avisos de los bancos con los que trabajaban en los que se les comunicaba que cerrarían sus cuentas porque, según la normativa estadounidense, estos bancos no podían operar con empresas que comercializaran sustancias por ellos consideradas ilegales. Desde entonces el listado de farmacias adheridas a la venta de marihuana para uso recreativo descendió de 16 a 12, a pesar de que las personas registradas para comprar aumentó de 4711 en julio a 18.961 a fines de diciembre, según los datos del Ircca.
“Lo que vamos a implementar son los expendios, es decir, comercios nuevos que van a tener licencia del Ircca en puntos del país en donde no haya farmacias que tengan licencias. Van a ser regulados por el Estado para poder expender cannabis”, aseguró ayer el Secretario General de la Junta Nacional de Drogas (JND), Diego Olivera, en una entrevista con la emisora radial uruguaya Carve. “En el primer semestre de este año van a quedar habilitados, esa es la perspectiva temporal que estamos trabajando”, agregó. Se trata de una medida complementaria a las tres formas ya existentes para el acceso al cannabis no medicinal estipulados por el decreto reglamentario de la Ley 19.172. Estos son: las farmacias autorizadas, los cultivos domésticos registrados y los clubes de membresía cannábicos. Según la información publicada por la JND, las condiciones para el acceso en los expendios serán las mismas que para las otras tres formas legales. Podrán comprar marihuana de uso psicoactivo “todas aquellas personas capaces y mayores de 18 años, con ciudadanía uruguaya legal o natural o con residencia permanente debidamente acreditada, que se encuentren inscriptas en el Registro correspondiente”. Un comunicado del organismo enfatiza que está prohibida la venta a turistas extranjeros.
El 20 de julio del año pasado las 16 farmacias uruguayas que cumplían con los requisitos del Ircca comenzaron a vender marihuana para uso recreativo a las 4711 personas registradas hasta el 10 de julio, que según la última actualización del Ircca, del 28 de diciembre, alcanzaron las 18,961 personas. Sin embargo, a menos de un mes del inicio de la ventas, las casas matrices de los bancos con los cuales trabajan las farmacias les ordenaron cesar la venta de cannabis, con la amenaza de que si continuaban cerrarían sus cuentas bancarias. Desde entonces, las farmacias adheridas a la venta de cannabis descendió a 12, según el último listado del Ircca, cuando se esperaba que aumentaran por el fuerte crecimiento de la demanda, que se verifica en el aumento de personas inscriptas para la compra.
Olivera explicó que la presión de los bancos estadounidenses contra las farmacias “es un problema complejo que no afecta solamente a Uruguay, sino a todos los estados que han tomado medidas regulatorias sobre la venta de cannabis, incluso a estados dentro de Estados Unidos, como California”. “Lo único que queda como una incompatibilidad con la consolidación de la venta en Uruguay es la regulación con el sector financiero a nivel federal en los Estados Unidos, y esto no es nada menor, debido a que los bancos que operan en Estados Unidos tienen un peso muy importante en lo que son las transacciones financieras globales”, apuntó el funcionario. Cuando surgió el conflicto, el prosecretario de la Presidencia, Juan Andrés Roballo, explicó que la dificultad para las farmacias radicaba en que los bancos instalados en Uruguay necesitaban corresponsales que operaran a través de Estados Unidos, dado que el país suramericano operaba con dólares norteamericanos.
Fue por esta dificultad que el Estado uruguayo decidió impulsar la apertura de expendios regulados por la Ley de Farmacia que, según el Secretario General de la JND, “servirán para mitigar estas trabas a nivel nacional”. “Van a ser regulados para poder expender cannabis y eventualmente otros productos, accesorios, material y bibliografía relacionada, y otros productos prohibidos de comercializar sin autorización. Es similar a lo que en otros países existe en las licorerías, comercios que son los únicos en los que se puede vender alcohol y están regulados por una entidad pública. Los expendios van a ser algo así, pero en nuestro país para el cannabis”, precisó el funcionario.
Olivera sostuvo que la regulación de la venta de marihuana de uso no medicinal tiene entre sus principales objetivos la disminución del tráfico de drogas, y desde que se puso en marcha ha demostrado ser un modelo exitoso para tal fin. “Hay 30 mil personas que adquieren o acceden al cannabis a través del sistema legal, que antes adquirían la droga a través del mercado ilícito”, señaló. “Este primer paso que hemos dado durante 2017 de consolidar la aplicación de los tres mecanismos, con un buen componente de fiscalización, es esperable que en 2018 siga avanzando”, añadió.