Luego de la masiva movilización de vecinos de la ciudad de Azul para repudiar los 219 despidos en la fábrica de explosivos Fanazul, de Fabricaciones Militares, el Concejo Deliberante de esa ciudad declaró la Emergencia Laboral en la comuna. “La medida es demasiado tardía”, evaluó Omar Menchaca, delegado de ATE de esa planta cuyos trabajadores mantienen un acampe frene a la Municipalidad.
“Nosotros veníamos pidiendo esta medida desde hace tres meses porque la situación era complicada, y ahora empeoró todo”, lamentó el gremialista, uno de los trabajadores a los que el Estado nacional decidió no renovarle el contrato y dejarlo en la calle.
La declaración fue aprobada durante una sesión extraordinaria que tuvo lugar este mediodía y la vigencia de la emergencia es por el plazo de un año. La ordenanza indica que los despidos en la administración pública local deben quedar suspendidos y buscar vías de asistencia para los trabajadores de Fanazul y sus familiares.
No obstante, la declaración del Concejo no varía la situación de los trabajadores ni puede obligar a Fanazul a dar marcha atrás con la decisión del interventor de Fabricaciones Militares, Luis Riva, quien reconoció que la planta ubicada a 30 kilómetros del centro de Azul cerró definitivamente sus puertas. “Los CEOS vinieron a cerrar”, puntualizó Menchaca a Página/12.
El acampe que los trabajadores mantienen desde hace tres días, más la masiva protesta popular y los cortes en la Ruta 3 hicieron que durante las últimas horas “se abriera una hendija de diálogo”, reconoció el delegado. Se refirió a la conformación de un comité de crisis integrado por el intendente de Azul, Hernán Bertellys, concejales y trabajadores, que ya se reunieron con Riva para evaluar opciones a seguir.
Durante una asamblea realizada esta tarde frente a la Municipalidad, los empleados despedidos resolvieron volver a cortar la ruta el próximo martes, pero esta vez lo harán durante 24 horas y en distintos puntos estratégicos. Menchaca confirmó que la semana próxima habrá otra reunión del comité de crisis pero reconoció que sus expectativas son relativas. “Vemos que la cosa está difícil pero vamos a seguir dando lucha”, concluyó.