Después de haber contribuido a la campaña presidencial de Mauricio Macri, el cacique qom Félix Díaz se mostró ayer “muy preocupado” por la situación de los pueblos originarios en la Argentina. El referente indígena, que se había fotografiado junto al candidato de Cambiemos pocos días antes de la elección de 2015, ahora revela que no le dan respuesta a sus reclamos y afirma que la situación de las comunidades aborígenes empeoró con esta gestión. Durante los primeros meses de este gobierno incluso se había especulado con la posibilidad de que Díaz fuera nombrado director del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).
“Hubo una expectativa”, sostuvo Díaz respecto de aquella visita al acampe en la Avenida 9 de Julio con la que Macri quiso congraciarse con los pueblos originarios y diferenciarse de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Las promesas son como el viento, no son palpables y el viento las lleva donde quiere, como dicen los ancianos”, completó Díaz.
El líder de la comunidad formoseña de La Primavera reveló cómo es su relación actual con la Casa Rosada: “mantengo diálogo con el Gobierno pero no hay respuesta a nuestros reclamos”, graficó y recordó que la Argentina “adhiere a un convenio de la OIT y a la Declaración de Derechos Humanos hacia los pueblos indígenas, así que no puede desconocer la legislación internacional”. Díaz consideró que la problemática indígena es “una deuda del Estado argentino” y que por ello “los pueblos se revelan cada vez más por las injusticias en cada comunidad”. En ese sentido, expresó que hay comunidades sin agua ni acceso a la salud, en una “realidad muy compleja”.
Afirmó también que las condiciones empeoraron en los últimos dos años, dado que se “cortó la entrega de alimentos a los comedores comunitarios y se pasa hambre”, cuando hasta 2015 se entregaban bolsones de comida a través de los movimientos sociales. “No es novedoso para nosotros que el Gobierno no responda a nuestros pedidos”, añadió. Hace dos años, Macri se había comprometido “a trabajar juntos para atender las necesidades de los pueblos originarios”.
Por otro lado, Díaz remarcó que “es preocupante” la falta de agua en esta época de altas temperaturas. “Hay familias desesperadas y los municipios no proveen servicio”, explicó y citó el caso de Agustín Santillán, referente wichi de Ingeniero Juárez preso desde abril por pedir agua, entre otras cosas. “Lideraba el reclamo y hoy está procesado por esta injusticia”, apuntó.
A esto se suma la represión. “Mataron a una joven en un barrio de 6 mil hermanos, ella apareció ahorcada, y en mi comunidad encontraron muerto un chico de 14 años. No se investiga y la policía habla de peleas internas”. De allí que no le sorprenda el ascenso del gendarme Emmanuel Echazú, imputado en el caso de Santiago Maldonado, desaparecido durante 78 días en Chubut hasta que su cuerpo fue encontrado en el río.
“No es novedad, a la persona que mata a un ciudadano pobre se lo premia. Nos han reprimido y no se sancionó nunca a ningún policía en Formosa. Sólo a nosotros nos han creado causas civiles y penales”, dijo en FM La Patriada. Atribuyó el clima imperante a “la ley antiterrorista del gobierno anterior que le viene bien a este”.
Así las cosas, Díaz opinó que “la solución es la devolución de los territorios”, con lo que los pueblos originarios podrían paliar el drama de la desnutrición. “Con los territorios se puede ir a pescar, asar, recolectar miel, tener medicina”, expresó, y consideró que “sin esos recursos es difícil el desarrollo de la cultura indígena”. Cerró con la definición de las comunidades como “la última categoría de la sociedad civil y no es novedoso para nosotros”.