Las miradas en una televisión que cada vez se mide más y se piensa menos siempre están puestas en el quién le ganó a quién. El análisis sobre las audiencias, su composición y su comportamiento, está sujeto a un resultadismo que satisface egos pero que nada dice de las tendencias que signan al conjunto de la televisión abierta. Mientras en Telefe siguen festejando porque la pantalla de Viacom resultó ser la de mayor audiencia en 2017 por sexto año consecutivo, y en El Trece se lamentan por haber estado a sólo dos décimas del liderazgo, el dato al que debería prestarle atención toda la industria televisiva argentina es el que señala que el año que acaba de terminar fue el del más bajo encendido para la TV abierta desde que el mercado homologó a Ibope como única medidora de audiencia. Solo en 2017, el acumulado por los cinco canales de aire bajó tres puntos respecto de 2016. La gran pregunta es si la merma de audiencia obedece sólo a los cambios en el consumo en la era digital o si la oferta que brinda la TV abierta está cada vez más alejada de las preferencias de las grandes masas. El canal que más audiencia perdió el último año fue la TV Pública.
La televisión abierta argentina necesita repensarse más allá de la planilla del rating del día después. La fuga de televidentes se acentúa cada día más, en una sangría que no sólo no se detiene sino que se profundiza a pasos agigantados como en ningún otro lugar del mundo. El encendido televisivo en 2017 volvió a bajar: fue de 23,1 puntos de rating promedio. Teniendo en cuenta que en 2016 el encendido había sido de 26,1 puntos, la televisión abierta perdió en tan sólo un año el 11,5 por ciento de audiencia. De hecho, mientras en 2016 Telefe había ganado el año promediando 8,9 puntos, por sobre los 8,5 de El Trece, en 2017 los dos canales líderes de la pantalla chica argentina midieron 8,1 y 7,9, respectivamente.
Lejos de tratarse de una foto coyuntural, la fuga de televidentes de la TV abierta es una tendencia que ininterrumpidamente se produce desde hace más de una década. Basta repasar el encendido de la pantalla chica argentina de la últimas temporadas para activar las luces de alarma: de los 39,1 puntos de audiencia que tuvo en 2004 se pasó a los 36,9 de 2005; los 36,1 del año siguiente; los 34 de 2007; los 32,4 de 2008; los 32,3 de 2009; los 31,4 de 2010; los 30,8 de 2011; los 31,2 de 2012; los 27,5 de 2013; los 28,1 de 2014; los 27,6 de 2015; los 26,1 de 2016 y los 23,1 puntos de 2017. En los últimos 14 años, la TV abierta argentina perdió el 41 por ciento de su audiencia. Un proceso de deterioro que no parece haber encontrado su piso.
Al analizar las audiencias del año que finalizó, más allá del encendido total de la TV abierta, se percibe que los canales que más sintieron la huida de los televidentes fueron los que menos rating cosechan. Mientras que Telefe y El Trece perdieron alrededor del cuatro por ciento de la audiencia en el último año, en América, el Nueve y la TV Pública el porcentaje de televidentes que eligieron otras opciones fue mucho mayor. En 2017, América mantuvo el tercer puesto entre los canales más vistos de la TV abierta, con un promedio de 3,7 puntos de rating. Si se tiene en cuenta que en 2016 había cosechado 4,5, la pantalla puramente “en vivo” de la TV argentina obtuvo un 18 por ciento menos de televidentes. En el cuarto lugar, el Nueve promedió 2,5 puntos, casi un 17 por ciento menos de los 3 puntos que cosechó en 2016. De cualquier manera, el canal que más se apagó en 2016 fue la TV Pública, que de los 1,6 puntos que midió en 2016 pasó a los 1,2 de 2017, teniendo una baja en su audiencia del 25 por ciento en el último año.
La sistemática disminución de la audiencia televisiva se explica, en parte, por la proliferación de “competidores” de entretenimiento que surgieron en el hogar a partir de la masividad de Internet. El desarrollo de los distintos servicios de streaming (Netflix, Hulu, amazon, Cine.ar, Fox Play, HBO Go) y la proliferación de los dispositivos móviles con conexión wi-fi para poder acceder a sus contenidos modificaron hábitos hogareños. El más elocuente es que ahora se amplió la oferta de contenidos audiovisuales a todo el mundo al alcance de la mano, permitiendo –incluso– el consumo atomizado de cada individuo en sus propias pantallas, al momento que lo desee y según sus preferencias. La competencia de las plataformas y las OTT hizo que el televisor dejara de ser la gran mayoría de antaño, aún cuando como medio sigue siendo la primera minoría.
Al analizar las audiencias del año que finalizó, más allá del encendido total de la TV abierta, se percibe que los canales que más sintieron la huida de los televidentes fueron los que menos rating cosechan. Mientras que Telefe y El Trece perdieron alrededor del cuatro por ciento de la audiencia en el último año, en América, el Nueve y la TV Pública el porcentaje de televidentes que eligieron otras opciones es mucho mayor. En 2017, América mantuvo el tercer puesto entre los canales más vistos de la TV abierta, con un promedio de 3,7 puntos de rating. Si se tiene en cuenta que en 2016 había cosechado 4,5, la pantalla puramente “en vivo” de la TV argentina obtuvo un 18 por ciento menos de televidentes. En el cuarto lugar, el Nueve promedió 2,5 puntos, casi un 17 por ciento menos de los 3 puntos que cosechó en 2016. De cualquier manera, el canal que más se apagó en 2016 fue la TV Pública, que de los 1,6 puntos que midió en 2016 pasó a los 1,2 de 2017, teniendo una baja en su audiencia del 25 por ciento en el último año.
Una hipótesis de lo que puede pasar con la TV abierta en caso de que quienes toman decisiones no modifican el rumbo artístico lo brinda el listado de los “programas” más vistos de 2017. Al repasar los que más audiencia lograron, salta a la vista que los que conforman el Top 10 fueron transmisiones “en vivo”. No sólo eso: ningún capítulo de las (pocas pero buenas) ficciones emitidas se pudo colar entre los programas más vistos. De hecho, los diez “programas” con mayor audiencia del año fueron, en realidad, “grandes eventos en vivo”. La transmisión el 14 de mayo del Superclásico entre Boca y River –el último que se pudo ver gratuitamente por la TV abierta– fue lo más visto de 2017, promediando los 32,8 puntos en la pantalla de Telefe. El segundo evento de mayor audiencia también fue la transmisión de un partido de fútbol, en este caso el que por las Eliminatorias 2018 disputaron el 10 de octubre Ecuador y Argentina, que midió 29,6 puntos en la TV Pública y determinó la clasificación del seleccionado nacional a Rusia 2018. El podio lo cierra el debut de Showmatch –que siempre resulta ser un gran evento televisivo– el 29 de mayo, que alcanzó los 27,4 puntos. El comportamiento del rating en 2017 debería hacer pensar a la TV argentina en nuevas formas para atraer cotidianamente esas audiencias masivas que –por ahora– sólo logra en las transmisiones en vivo de grandes eventos.