Diciembre del '80. Con mi viejo, mucho sol, larga caravana en una ruta hostil que nos llevaba al Chateau Carreras (hoy estadio Mario Alberto Kermpes). Veníamos de un '79 en el que habíamos sido protagonistas y no pudimos coronar. Ese diciembre del '80 con 13 años recién cumplidos fue la última vez que fui a la cancha con mi papá, un hermoso recuerdo.

Diciembre me remite a mi infancia. Cuando quería jugar como el Chango Gramajo y después quería ser como el "famoso cordobés" en la primera mitad de los '70, o ser como Trama o el Pampa Orte en el '80. Fue una infancia maravillosa, pero mis condiciones psicomotrices no estuvieron a la altura de mis pretensiones. De la mano de ese Central poderoso que tuvo como arquitecto al escribano Víctor Vesco mi corazón fue creciendo,  viéndolo campeón.

De aquellos diciembre a la epopeya frente al Mineiro, hay una línea histórica que parece repetirse. ¡Ojalá! Jugadores que pelearon campeonatos previo a coronarse, sucedió en el '71 después de que Boca nos robara la final en el '70, lo mismo sucedió en el '74 cuando se obtuvo el campeonato argentino.

Estos jugadores tienen mística y han peleado en todas partes, espero con todo mi corazón que puedan coronar este campeonato, se lo merece Lo Celso, se lo merece Ruben, se lo merece el Chacho, me lo merezco yo por quererte tanto Central.

Y contra viento y marea defiendo a ese atorrante colombiano llamado Teo Gutiérrez. Toda banda ganadora necesita de un atorrante. Esta Comisión Directiva merece ser la primera que gane un campeonato pese a que cuando llegaron no la veía como algo serio.

Le pido a mi viejo, que me dio estos colores, le pido al papá de mi viejo que le dio estos colores, le pido a Pascual el papá del papá de mi papá, que fue el primero que abrazó estos colores, que iluminen desde el cielo al equipo y nos den esa alegría que estamos esperando, y que mi hijo pueda festejar con su papá, como lo hice yo en aquellos diciembre de mi infancia.