"Mi padre decía: en boca cerrada no entran moscas", fue la escueta referencia del gobernador Miguel Lifschitz cuando le consultaron sobre el audio en el que el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro le dice al Secretario del área de Nación Eugenio Burzaco que va a decir "una mentirita sobre el whatsapp", durante la conferencia de prensa por la detención de Sergio "Zurdo" Villarroel en Alto Verde. Ayer, el diputado provincial del Frente Social y Popular, Carlos del Frade, presentó un pedido de informes en la Cámara baja para que el funcionario "explique" sus dichos. En tanto, el fiscal federal Claudio Kishimoto aseguró que la causa contra el narco está firme, y consideró que el ministro buscó darle "relevancia mediática" a la captura, pero le restó importancia al episodio en el marco de la investigación. Al mismo tiempo, Pullaro prefirió una versión más épica del papelón: dijo que ocultó la verdad para "no darle ni un centímetro de ventaja al narcotráfico".

El ministro intentó afrontar el escándalo con su explicación. "Intentaba contarle al secretario de Seguridad qué era lo que iba a decir en la conferencia de prensa para no darle ningún centímetro de ventaja al narcotráfico en la provincia", dijo el funcionario de Seguridad. Y agregó: "Si hoy el Zurdo Villarroel está preso después de 20 años de impunidad es indudablemente porque la policía mejoró sus métodos de investigación".

Para el fiscal a cargo de la investigación lo más importante era deslindar que la actuación fue legal. Detalló que sólo se puede acceder a las conversaciones de whatsapp si se obtienen los teléfonos en cuestión. "Si no, no tengo forma de interceptarlo legalmente", señaló en diálogo con Radio 2 y aclaró que "todas las intervenciones telefónicas se han obtenido a raíz de escuchas concretas y directas".

Refiriéndose al audio de Pullaro, Kishimoto sostuvo que "una información que sale de un ministro que quiere rédito de una operación tan exitosa no es relevante". El fiscal subrayó: "Me muevo en la causa y le aseguro que es legal, normal y está en los carriles adecuados. Si se demoró fue porque esperábamos algún acontecimiento para que sea más importante".

El fiscal insistió en la legalidad del procedimiento, para aventar cualquier estrategia defensista en otro sentido. "Si uno analiza la causa, los resultados de las escuchas telefónicas, no hay forma de decir que haya habido una intervención ilegal. El teléfono estaba legalmente intervenido", insistió.