Donald Trump sorprendió hoy en uno de sus primeros contactos con la prensa desde que comenzó el año cuando fue consultado sobre el Acuerdo de París, que la primera potencia mundial abandonó el año pasado. “Sería concebible que retornemos”, manifestó el mandatario, quien dio a entender que podría dar marcha atrás con su decisión.
Acompañado por Erna Solberg, la premier de Noruega, Trump remarcó que el Acuerdo resultó “muy injusto con Estados Unidos” y que “eliminó nuestra ventaja competitiva”. Estados Unidos abandonó en junio pasado el pacto auspiciado por las Naciones Unidas sobre cambio climático. Firmado en 2015, establece medidas para disminuir la emisión de gases en pos de aliviar el calentamiento global. Trump justificó su decisión de entonces en defensa de los intereses económicos de su país, en medio de críticas de la comunidad internacional.
Ahora esbozó la posibilidad de volver, aunque se encargó de decir que “no voy a permitir” que se afecte la competitividad de las empresas norteamericanas y que el Acuerdo resultó “muy injusto” con su país. “Tenemos una posición mu fuerte en favor del medio ambiente”, dijo hoy. Aunque se encargó de recordar que gobierna “un país rico en gas, carbón, petróleo y muchas otras cosas” y lo firmado en la capital francesa a fines de 2015 “impuso enormes sanciones” al uso de esos productos y por lo tanto “hirió a nuestros negocios”.
En rigor, la retirada norteamericana no será efectiva sino el 4 de noviembre de 2020, un día después de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. “Queremos agua y aire limpios, pero también negocios que puedan competir”, remarcó Trump, dado que “es un acuerdo con el que no tengo problema”. Aunque aclaró, con el agregado de lanzar munición gruesa contra su antecesor, Barack Obama: “Como de costumbre, hicieron un mal acuerdo”.