En Corrientes, un joven denunció que las autoridades del Saint Patrick College, en el que estudió, no le permitieron ir con vestido de mujer a la fiesta de graduación que organizaban los padres de los alumnos que egresaban. En la denuncia, escrita en su perfil de Facebook, y que luego se viralizó, contó que amenazaron con echarlo y no entregarle el título si desobedecía la orden de vestir traje. “Varios días antes, el director me dijo ‘debe ser un chiste que te querés poner un vestido para la fiesta’, porque yo ya lo había comentado, y muchos lo sabían”, contó el joven Gerónimo Aquino en diálogo con este diario.
“Como ya había hablado de cómo pensaba ir vestido, y para evitar problemas, mi papá le envió una foto con el vestido al director”, y como respuesta “le llegaron cuatro audios, donde le decía que ‘no podía ser’, ‘que es una escuela privada y que hay normas en el colegio’, que así no me podía presentar”, relató el joven.
También hubo algunos entredichos con compañeros a los que la decisión de Aquino no les parecía adecuada para la fiesta. “Porque soy hombre” o “porque no es formal”, dijo el joven que le dijeron. Aunque hubo otros y otras que lo apoyaron en su elección.
Para no agudizar el conflicto, el padre de Aquino no contestó los audios.
Las presiones habían comenzado mucho antes, mientras se realizaban los ensayos para los actos de fin de año. En esos momentos, amenazaron con expulsarlo del colegio antes de que finalizara el año y no entregarle el diploma.
Sin embargo, las presiones fueron suficientes para que en la fiesta del martes por la noche, cuando Aquino ya era poseedor del título desde cinco días antes, se presentara al festejo “normalizado”.
“Ayer (por el martes), me presenté con un traje negro”, contó Aquino, y “ni el director ni la directora estaban, recién aparecieron como a la una de la mañana”.
El joven, que cursó en el colegio –mixto, bilingüe y de doble jornada– desde jardín de infantes, tenía la intención de ir con un vestido blanco o con alas en su saco a la fiesta organizada para los alumnos, que se realizó el martes por la noche para festejar el egreso del colegio.
“Uno es libre de ponerse lo que quiera, así sea un vestido. Nadie es superior a nadie para juzgar que tiene que usar uno”, explicó Aquino en diálogo con PáginaI12.
Ayer, los intentos de este diario por comunicarse con las autoridades de la escuela fueron en vano, nadie en la institución pudo dar con los directivos.
Por otra parte, la abogada de la delegación del Inadi de Corrientes, Marcela Caballero, explicó que el joven “se había comunicado ayer (martes) porque iba a presentar la denuncia, pero al día de hoy (ayer) no lo hizo”. Caballero precisó que durante el día de hoy la delegada Leticia Gauna evaluará si el Inadi actuará de oficio en la causa.
Consultado a última hora de ayer, Aquino dijo que “su padre había preferido no realizar la denuncia”, pero que él estaba dispuesto a ratificarla si lo convoca el Inadi.
El joven contó que en tercer año hizo pública su identidad sexual, momento en que la relación con sus compañeros se tornó más compleja.“Me separe de algunos, otros se mantuvieron neutrales y algunos otros me apoyaron. Con mis compañeras todo bien, con los varones hubo más rechazos. Lo mismo pasó con los profesores”, recordó Aquino. Las miradas más críticas venían de “familias conservadoras, católicas”, remarcó quien a partir de ese momento sintió siempre el ojo de las autoridades encima de él.
En relación a las normas el código de Convivencia del Colegio expresa que: “El espíritu de este régimen apunta a ayudar a los alumnos a encontrar su espacio, con conductas socialmente aceptadas, poniendo límites dentro de un marco de valores a los que adhiere Saint Patrick College”.
Durante la fiesta, vestido de negro y heteronormativizado el joven escribió en su facebook: “Estamos en el siglo XXI, hace más de 10 años se aprobó la ley de matrimonio igualitario, existen leyes que defienden y estimulan la libre expresión, tanto de ideas como de género, y me encuentro el día de mi egreso del secundario con que no puedo presentarme como yo quiero, por el simple hecho de que el director del establecimiento no apoya la diversidad y me encasilla como ‘mamarracho’ o ‘mal vestido’”.
El estudiante, que contó que en la fiesta la pasó “muy bien, apoyado por amigos y mi familia”, reclamó esa noche en su perfil de Facebook: “espero que se tomen medidas en casos futuros, ya que yo fui discriminado por mi diversidad y no pude enfrentar a la causa”.