El hecho de que los dos militantes del Partido Obrero encarcelados en la causa por la protesta del 18 de diciembre contra la reforma previsional hayan estado siempre a derecho, es decir, a disposición de la justicia fue considerado irrelevante por el juez federal Sergio Torres, quien ayer rechazó el pedido de exención de prisión de Fernando Dimas Ponce. El magistrado no otorgará la libertad a Ponce ni a su compañero César Arakaki hasta que no se “entregue” Sebastián Romero, que pertenece a otra agrupación política y tiene una defensa propia. En su resolución, Torres invocó que la pena prevista para el presunto delito que se les imputa, las lesiones al policía Brian Escobar, no permite que permanezcan en libertad mientras se sustancia el proceso, y los acusa de “haber empleado el estandarte de la bandera que portaba con el fin de infundir un temor público, suscitar tumultos o desórdenes, conforme se desprende de las filmaciones y fotografías aunadas a la causa”. La abogada de Ponce le replicó que “en dichos videos se ve que al momento de recibir el golpe Escobar fue víctima de un aluvión de piedras procedentes de cientos de personas que se encontraban en la manifestación como reacción a la furiosa represión policial que se había desarrollado con anterioridad y que había incluido infiltración, de la cual da cuenta el Defensor del Pueblo, Alejandro Amor, disparos con balas de goma, gases e incluso piedras de la policía hacia los manifestantes”.
En el escrito con que Claudia Ferrero pidió la exención de prisión sostuvo que “en ese instante, como se observa en las imágenes adjuntadas, mi defendido estaba sosteniendo su banderín o estandarte con las dos manos a no menos de 50 metros de distancia de los policías y en ningún momento procede a arrojar proyectiles, y cuando se ve al policía Escobar ya en el piso, mi defendido empuja su pierna con el mismo estandarte que portaba como parte integrante de la manifestación, acción que de ninguna manera produce el daño craneal que se diagnosticó en la epicrisis de Escobar incorporada a esta causa”. La abogada agregó que por esa acción “como máximo se le puede atribuir la autoría de un daño calificable como lesiones leves, ya que en las piernas solo tuvo contusiones”. Ferrero citó el parte médico del Hospital Penna donde consta que el policía tuvo una “lesión con objeto contuso (piedra)”. La defensora consideró que “es más inexplicable aún que se le atribuya estas lesiones claramente provocadas por piedras, a las únicas personas que en la escena no tienen en sus manos piedra alguna. Del análisis exhaustivo de los videos que obran en la causa, no existe una sola imagen que ubique a Dimas Fernando Ponce tirando una piedra”.
En ese sentido, razonó que Ponce “no puede temer a una pena en expectativa por la posibilidad de ser condenado, porque claramente es imposible que se arribe a una condena ante el hecho claro de ser totalmente ajeno a la lesión grave de Escobar”. Ferrero también refutó la imputación de haber arrojado piedras que Torres hizo contra Ponce. “La única acción de Ponce es sostener el estandarte, y retirándose en varias ocasiones de los lugares de mayor conflictividad. No existe ninguna imagen en que haya tirado una piedra”. Al cierre de esta edición, Ponce permanecía detenido en la comisaría 46 a la espera de un traslado al penal de Ezeiza o de Marcos Paz.