Por unanimidad, el Senado convirtió en ley la Emergencia Social que un núcleo de movimientos sociales –con el respaldo de las centrales sindicales– acordó con el Gobierno. La ley declara la emergencia hasta 2019 con el compromiso del Ejecutivo de destinar hasta 30 mil millones de pesos en los próximos tres años, eleva a 4 mil pesos mensuales los montos de los programas “Argentina Trabaja”, “Ellas hacen” y “Trabajo Autogestionado” y establece un bono adicional este mes de 2030 pesos a los beneficiarios de estos planes, además de aumentar un 40 por ciento las partidas presupuestarias destinadas a los comedores comunitarios y un 63 por ciento para los merenderos así como la distribución de un millón de canastas navideñas para los sectores sociales más vulnerables en todo el país. La normativa también crea el Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario (Cepssc) y el Registro de Trabajadores de la Economía Popular.
Las organizaciones sociales que motorizaron la iniciativa – la Confederación de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) –que integran entre otros el Movimiento Evita y el Movimiento Popular La Dignidad–, la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y Barrios de Pie festejaron la sanción de la ley en un acampe de vigilia montado afuera del Congreso. Mientras que el Gobierno intenta mostrarlo como un triunfo propio, luego de oponerse a la declaración de la Emergencia y verse obligado a pactar un acuerdo son los sectores de la economía popular para evitar una derrota en el Parlamento y a incluir el acuerdo en el temario de convocatoria a sesiones extraordinarias del Gobierno.
Los 49 senadores presentes en la sesión votaron a favor de la declaración de la Emergencia Social en una sesión sin controversias. Afuera del orden del día original, había quedado el proyecto del Gobierno para reformar la ley de Aseguradoras de Riesgo de Trabajo (ART), en la que se mantenían diferencias con la oposición. “La postergación de la ley sobre Ganancias no colaboró para que la ley de ART fuera parte del debate”, reconoció ante PáginaI12 un influyente senador opositor en referencia al guiño que la CGT le había realizado al Gobierno sobre el tema y que esta vez no fue moneda de cambio para el acompañamiento de la oposición a la iniciativa oficial.
Sobre la emergencia sólo hubo diferentes interpretaciones discusivas sobre la forma en la que se alcanzó la ley. “La propuesta nació en la calle con la movilización de los trabajadores el día de San Cayetano”, y que luego “fue construida en el Senado, no fue diseñada en una oficina del Poder Ejecutivo”, sostuvo el senador Juan Manuel Abal Medina (FpV-PJ), quien motorizó el primer proyecto de Emergencia Social que había obtenido media sanción de la Cámara alta.
“Lejos de ser un proyecto que intentaba perjudicar a alguien, buscaba netamente justicia. Los trabajadores no vinieron aquí a pedir un plan o un empleo público, sino a garantizar sus derechos y su dignidad”, completó Abal Medina.
“Este sistema económico reproduce pobreza, es tiempo de buscar salidas”, sumó el también senador bonaerense Jaime Linares (GEN) quien acompañó a Abal Medina en aquel primer intento en la Cámara alta. “Hemos terminado el año con una ley que refleja la nueva etapa que está viviendo la Argentina”, continuó Linares y valoró “la buena predisposición del Gobierno” para alcanzar el acuerdo.
Los senadores radicales fueron al voz de la alianza oficialista. “Tener verdaderas estadísticas, aunque sean duras, son reales. Y ante esa realidad, el Gobierno decidió asumirla y se echa mano de todos los recursos para ir solucionando las urgencias”, afirmó Pedro Braillard Poccard, jefe del interbloque de Cambiemos. El formoseño Luis Naidenoff sostuvo que no hay que “festejar” la Emergencia Social porque “es una expresión del arrastre de la crisis”.
“En el acta (firmada con el Gobierno) prevemos medidas que rápidamente hagan que estos trabajadores tengan en su bolsillo la respuesta que están necesitando para este mes de diciembre y el año que viene”, ponderó la senadora riojana Teresita Luna, del Movimiento Evita, uno de los impulsores de la Emergencia.