El gobierno británico no tiene intención de celebrar un segundo referéndum sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), conocida como Brexit, a pesar de las crecientes solicitudes en ese sentido, dijo ayer un portavoz de la primera ministra Theresa May (foto). La afirmación de la mandataria conservadora surge tras las declaraciones del ex líder del UKIP, el ultranacionalista y principal impulsor del Brexit, Nigel Farage, quien sostuvo ayer que podría ser necesario realizar una segunda consulta sobre la salida de la UE.

En declaraciones a un programa televisivo en el canal 5 británico, el dirigente euroescéptico dijo que una segunda votación demostraría nuevamente el respaldo de la gente por la salida de la Unión Europea, e incluso habría mayor cantidad de votos y de esta forma se resolvería el problema “por una generación”. En los últimos meses, Farage rechazó constantemente la especulación de los oponentes para el llamado a un segundo referéndum.

El 23 de junio de 2016, el 52 por ciento de los británicos votaron para abandonar la UE contra un 48 por ciento que votó por la permanencia.

La primera ministra insiste en que un segundo referéndum sería una traición a los votantes y que también conduciría a un mal acuerdo en las negociaciones de salida. Pero las voces están aumentando en el Reino Unido, incluida la del ex primer ministro laborista Tony Blair, para renunciar al Brexit o al menos convocar a otro referéndum. Los demócratas liberales  argumentan que se debe dar voz a los votantes una vez que finalicen las negociaciones del Brexit.

Las últimas encuestas también han mostrado que el número de votantes a favor de la permanencia creció en más de un 10 por ciento en relación a los partidarios de abandonar la UE debido al conocimiento del impacto negativo que ya está teniendo el Brexit en la economía. Por otro parte, ayer el ministerio del Interior francés, reveló que el número de ciudadanos británicos que solicitan la ciudadanía francesa se multiplicó por 10 después del referéndum. Según el diario francés Le Figaro, muchos solicitantes estaban motivados por consideraciones como evitar colas en los aeropuertos, en el eurotúnel o el deseo de asegurarse los derechos a la asistencia sanitaria y las prestaciones sociales después de que el Reino Unido abandone la UE.