La inflación a nivel nacional se ubicó en diciembre en 3,1 por ciento, con lo cual el alza anual de precios terminó en el 24,8 por ciento, según el Indec. El incremento de diciembre fue el más alto de 2017 y estuvo motorizado por las subas de los servicios públicos, combustibles y prepagas. El nuevo capítulo del tarifazo hizo que la inflación mensual en el Gran Buenos Aires fuera del 3,4 por ciento, por encima de las demás regiones. La inflación oficial terminó el año 7,8 puntos porcentuales por encima del techo previsto por la meta del Banco Central, del 17 por ciento. De esta forma, en dos años la autoridad monetaria que dirige Federico Sturzennegger acumula un desvío entre su previsión y los hechos de 24 puntos porcentuales. Ese antecedente junto a la seguidilla de aumentos en los primeros meses de 2018 deslegitiman la nueva meta del 15 por ciento.
En diciembre, la suba de precios estuvo traccionada por los “precios regulados”, que subieron 9,1 por ciento mensual. En tanto, el llamado “IPC núcleo” se aceleró con respecto a los últimos meses hasta un 1,7 por ciento. En el año, los regulados crecieron un 38,7 por ciento, con los servicios públicos a la cabeza. La inflación núcleo en 2017 se ubicó en el 21,1 por ciento, también por encima de la meta oficial del 12-17 por ciento. La suba de precios en 2017 estuvo en línea con las estimaciones más pesimistas respecto de la situación durante el gobierno anterior. Según el IPC-Congreso, el aumento de precios en 2011 fue de 22,8 por ciento; en 2012, de 25,6; en 2013, de 28,4 y en 2015, de 27,5 por ciento. El 2014 fue más parecido al 2016 porque fueron períodos de fuerte devaluación y luego elevada inflación, del 38,5 y 41 por ciento, respectivamente. Es decir que la política económica del macrismo no implicó un cambio a la baja en la trayectoria inflacionaria aunque sí en materia de poder adquisitivo: los salarios de los registrados están unos 4 puntos por debajo de 2015 y 2018 se perfila como un período complicado por el techo de 15 puntos que pretende imponer el Gobierno en las paritarias.
Rubro por rubro
A nivel nacional, la inflación del 3,1 por ciento en diciembre estuvo impulsada por el avance del 17,8 por ciento en vivienda, agua, electricidad y gas. La quita de subsidios a los servicios públicos recobró vigor luego de las elecciones parlamentarias. En el caso del área en donde prestan servicio Edenor y Edesur, el 90 por ciento de las boletas de electricidad subieron un 39 por ciento y el 10 por ciento restante, hasta un 47 por ciento. Además, en febrero habrá un nuevos incremento de un 18 por ciento para el 90 por ciento de los usuarios y de hasta un 28 por ciento para el 10 por ciento restante. Con casi 40 grados de térmica, ayer a la tarde había 120 mil usuarios sin luz en el área metropolitana. En el gas, una parte de los aumentos de julio-agosto (período en el que se concentra la mayor demanda de gas) fueron pospuestos a pedido del Gobierno con fines electorales y tuvieron impacto de bolsillo en diciembre. En tanto, comenzaron a regir las nuevas boletas del gas con subas del 45 por ciento y picos del 58 por ciento vinculadas a la última suba.
A lo largo del año, el rubro de vivienda y servicios públicos subió a nivel nacional un 55,6 por ciento. Explicó 5,72 puntos porcentuales de la inflación del 25 por ciento que se registró en GBA. En la región Noroeste, la inflación en este rubro llegó al 63,7 y en Cuyo, al 65,1. En el otro extremo, prendas de vestir y calzado, presionados por los vaivenes del consumo y la apertura importadora, subió 16,6 por ciento en el año.
Un capítulo con fuerte peso en la inflación es alimentos y bebidas, la base de canasta de consumo masivo. La suba de diciembre fue del 0,7 por ciento a nivel nacional y en doce meses alcanzó el 20,4 por ciento. La especial relevancia del rubro radica en que tiene una ponderación del 23,4 por ciento en la canasta del IPC del Indec en GBA. A nivel producto, en diciembre se destacó la suba del 2,6 por ciento en el asado y del 3,8 en el pollo. El yogur firme aumentó 2,7; el tomate entero en conserva, 2,6; el azúcar, 4,3; la sal fina, un 2,2 y la cerveza en botella lo hizo en un 2,7 por ciento. Con la suba de costos en diciembre y enero, entre ellos el dólar y los combustibles, las grandes marcas de consumo masivo anticiparon a los supermercados que enviarán en estas semanas nuevas listas de precios.
Transporte subió un 3,2 por ciento en diciembre y acumuló en el año un avance del 20,6 por ciento. El mayor incremento se dio en la Patagonia (27,1 por ciento) y Cuyo, con el 25 por ciento en 2017. El transporte explicó 2 de los 25 puntos de inflación en GBA (equivale a un 8 por ciento) y 3,6 puntos de los 23,5 por ciento de la Patagonia (15,4 por ciento). El Gobierno desreguló el mercado de combustibles, que quedó totalmente integrado a los vaivenes de la cotización internacional y a la evolución del dólar. Para los próximos días se espera un nuevo aumento del orden del 7 al 10 por ciento, señaló el gremio de empleados de las estaciones de servicio.
El rubro salud subió 2,4 por ciento en diciembre a nivel nacional y acumuló en doce meses un alza del 27,8 por ciento. En este punto tiene relevancia la cuota de las prepagas, que aumentó, con autorización del Gobierno, un 31,3 por ciento en el año y en febrero subirá un 4 por ciento más. Así, desde la asunción de Mauricio Macri el incremento acumulado de las prepagas llegará el mes que viene al 96 por ciento.
Comunicación subió 1,7 en diciembre a nivel nacional y 2,3 en GBA. En doce meses, el alza en el país alcanza el 34,1 por ciento. Los precios más fuertes en esta categoría corresponden a los equipos celulares y la telefonía móvil. Las telefónicas aplicaron el año pasado dos aumentos que rondaron el 12 por ciento cada uno, con una suba del 34 por ciento en el servicio de datos. Entre enero y febrero las compañías tienen prevista otra suba del 12 por ciento. Educación subió 31,5 en el año por el incremento de las cuotas de los colegios privados; recreación y cultura, un 22,8; y restaurantes y hoteles, un 22,1 por ciento.