El pedido de liberación del actor y militante César Arakaki, aún detenido por orden del juez Sergio Torres en la causa por la represión policial del 18 de diciembre, ya tomó carácter mundial. Ayer, la Federación Internacional de Actores (FIA) se sumó a las organizaciones y entidades que exigen su “inmediata liberación”, entendiendo que “no se han demostrado los cargos que se le imputan” y que “no existe peligro de fuga ya que Arakaki se presentó espontáneamente a la Justicia al conocer la existencia de su orden de captura”. La declaración, que llegó desde Bruselas, se suma a la del sindicato local, la Asociación Argentina de Actores, que había salidorápidamente a defender a su afiliado considerando que “su integridad física corre peligro a partir” por su detención.
“Entendemos que con esta medida se están vulnerando gravemente los derechos y las garantías del señor Arakaki. En consecuencia exigimos la inmediata libertad de Arakaki y rechazamos cualquier intento de criminalizar la protesta social, porque de este modo se lesiona el estado de derecho que debe primar en una sociedad democrática”, expresó la federación, que agrupa a los más de 150 sindicatos y uniones de actores de todo el mundo y que cuenta también con una filial en Latinoamérica.
Arakaki –que es militante del Partido Obrero– fue imputado junto con su compañero de militancia Lucas Sauret (ya liberado), en el legajo que investiga las lesiones contra los uniformados a raíz de una serie de fotos en las que se lo ve levantando dos palos sobre un policía que luego fue herido durante la manifestación contra la reforma previsional, el pasado 18 de diciembre. Desde entonces permanece detenido en el penal de Marcos Paz.
Ayer, diversas agrupaciones de izquierda y organismos de derechos humanos marcharon para exigir su liberación y la de Dimas Ponce, otro militante del Partido Obrero detenido con posterioridad. El Frente de Artistas, un espacio cultural que depende de ese espacio, también convocó a la movilización.