“Necesitamos que las empresas cumplan con las inversiones a las que se comprometieron, que brinden un servicio de calidad y respeten a los usuarios”, dijo ayer Alejandro Amor, Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, al exponer en la Audiencia Pública para analizar la revisión tarifaria de las empresas de transporte del sistema y para el segmento de la generación. Además, planteó que “las empresas que ganaron en los ’90 con las privatizaciones, lo hicieron también con la devaluación y los subsidios y ahora ganan con el nuevo cuadro tarifario. Hay que decirles que ya es hora de que ganen los usuarios”. Con respecto a la tarifa social, dijo que “es preferible que el Estado le pague el beneficio a alguien que tal vez no lo necesita, pero que nunca se deje afuera a alguien que sí lo necesita. Estamos convencidos de que el Ministerio de Energía, con su criterio, abre la tarifa social, pero que el ENRE, con el suyo, en definitiva la está cerrando”.
En el encuentro que tuvo lugar en el Teatro de la Ribera también participó Alberto Calsiano, jefe del Departamento de Energía de la UIA. “Un escenario de costos crecientes del mercado eléctrico será imposible de absorber por la industria local”, alertó. Este año, numerosas pymes se vieron muy afectadas por el tarifazo, ante la incapacidad de trasladar a precios, por el contexto recesivo, el aumento de los costos. “El precio mayorista de la energía debe estar en 55 dólares en megavatio/hora al dejar de considerar todos los sobrecostos existentes y el subsidio a las petroleras”, planteó Calsiano, frente al valor proyectado de 90 dólares hacia 2030 que presentó el Gobierno. “Sólo en ese caso se pondrá a nuestra industria en condiciones parecidas al decreciente costo energético que se registra a nivel internacional”, agregó. Además, dijo que “este año, el aumento fue de 250 por ciento para los usuarios de menos de 300 kwh, mientras para los mayores demandantes fue de entre 448 y 667 por ciento. El mismo producto tiene un precio distinto según el usuario y condiciona negativamente a la industria”.
“Venimos corriendo de atrás a un precio que además sube por el aumento de la cotización del dólar y por el previsible incremento del costo de generación por el precio internacional del petróleo. Encima, no sabemos cómo se forma el precio de generación del que habla el Gobierno. Si teníamos un panorama complicado a comienzos de año, a medida que contamos con más información sobre los próximos pasos que va a tomar el Gobierno, la situación cada vez empeora más. Así, vamos hacia un panorama de pobreza energética, en donde mucha gente tendrá que optar entre consumir bienes básicos o pagar los servicios públicos”, indicó en diálogo con este diario Claudio Boada, titular de la Unión de Usuarios y Consumidores.