Felices los fritos

Pablo Mehanna

Supo ser el primer y único fish & chips exclusivo de Buenos Aires (quitando de la lista por ejemplo los geniales fish & chips que servían en Gibraltar, el pub de San Telmo); pero hace un tiempo Chipper duplicó la apuesta: la planta baja mantiene la propuesta de siempre, pero ahora además abrió su primer piso como restaurante, sumando platos más elaborados. Un ambiente sencillo, con buena iluminación y detalles marítimos aquí y allá. Si el clima acompaña, el balcón o la terraza son ideales para una cena veraniega. La carta gira en torno a pescados y mariscos, con excepciones que van por el lado de clásicos tradicionales de las islas británicas. Por ejemplo, el scotch egg ($125, huevo Mollet envuelto en carne de cordero, rebozado y frito), una verdadera bomba de sabor. Ricas las rabas ($165/235) que, como todas las frituras de la casa (son verdaderos especialistas en esto), salen crocantes y secas, como manda la ortodoxia. Otra excelente opción son los chipirones a la plancha con morrón y cebolla ($165), con un sofrito de sabores profundos y los cefalópodos en su punto óptimo. El plato insignia de la casa, los tradicionales fish & chips ($205 a $245, según el pescado elegido), se rebozan en una mezcla de agua con gas, harina y levadura que, que al meterse en el aceite de girasol a temperatura exacta, resulta adictiva. Salen con papas, ensalada coleslaw y puré de arvejas. 

La carta incluye ensaladas, risotti, pescados a la plancha y perlitas difíciles de hallar, como el sheperd´s pie (pastel de cordero), la clam chowder (una sopa cremosa a base de almejas y papas) o un old fashioned pastel de pescado cubierto con puré de papas gratinado. Para beber, cerveza Siete Colores, limonadas y una escueta variedad de vinos. Dato a anotar: los fines de semana suman un tremendo brunch irlandés: huevo frito, panqueques de papa, salchicha de cordero, chorizo de cerdo, morcilla, tomates confitados, porotos y pan tostado, todo con té earl gray ($380) o gin&tonic ($480). 

Pescado fresco, comida sabrosa, buena materia prima y manejo de puntos de cocción. Qué más pedir.

Chipper Restaurant & Terrace queda en Humboldt 1895, 1° piso. Teléfono: 4777-6760. Horario de atención: martes a viernes de 19.30 a 24; sábados y domingos, de 12.30 a 16 y de 19.30 al cierre.


Letras y sushi

Pablo Mehanna

Junichiro Tanizaki, escritor previo a la Segunda Guerra Mundial que cruzó como pocos la literatura japonesa con la occidental, da nombre a este pequeño reducto ubicado en esa zona en la que Recoleta se desgrana hacia Palermo, entre las avenidas Las Heras y Santa Fe. El local es pequeño, 4 mesas sin mayores pretensiones estéticas. Pero en sus dos años de vida, Tanizaki fue ganando un público fiel entre los vecinos del barrio a base de un producto que, sin pretender ser tradicional sino al revés, jugar con todos los clichés de la modernidad, se ubica muy por encima de la media porteña. Son tres los detalles que hacen a esta diferencia: variedad de pescados utilizados, correcta temperatura de servicio del arroz y un buena proporción entre ingredientes.

A tono con necesidades contemporáneas, se puede comenzar probando alguno de los platos de inspiración peruana que salen de la cocina, como las papas a la huancaína ($140), alguno de los tiraditos (salmón o pulpo) o ir al clásico ceviche ($260). Por fuera del sushi, hay principales como el salmón teriyaki o el yakimeshi (arroz saltado con vegetales y proteína animal a elección).

Si la idea es compartir tablas de sushi entre varios comensales, se recomienda optar por alguna de las ocho combinaciones posibles (salen de 10 a 45 piezas) con opciones que suman diferentes rolls, algunas de puro sashimi para los fanáticos del pescado en soledad, variedad de niguiris, y hasta una opción vegetariana. La oferta de rolls es realmente extensa (tal vez demasiado), con 35 variedades que van desde conocidas con salmón y palta a versiones como los rolls calientes, rebozados en panko y y fritos, e incluso otras más arriesgadas con mango o tomates secos. 

En un contexto de kioscos de sushi que surgen como hongos por toda la ciudad, Tanizaki se desmarca de buena parte de su competencia ofreciendo calidad y buena materia prima, sin secretos ni estridencias, con sabores y combinaciones modernas.  

Tanizaki queda en French 2989. Teléfono: 2007-2631.  Horario de atención: lunes a sábados, de 18 a 24;  domingos, de 18.30 a 23.


Puerto y mar

Pablo Mehanna

Alrededor de la historia y mitos que se suceden alrededor de la prohibición del alcohol y la marginalidad de los puertos durante el siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, se despliega la impresionante ambientación de Docks. Muy reciente apertura, desde la puerta ciega que oficia de entrada hasta el faro que sirve de cava de vinos en medio del salón, todo remite a los antiguos depósitos de almacenamiento portuario de las ciudades del norte europeo.

Antes que un restaurante, Docks se define como bar. La carta cuenta con unos 20 cócteles propios que se reparten entre los de lujo, los frutales y exóticos, los secos e intensos y los modernos, todos bajo la atenta mirada de Rodrigo Pascual Tubert como jefe de barra y un gran equipo que lo secunda. Un par de ejemplos: el Chinese Explorer, con Amargo Obrero, sake, menta, jugo de pomelo y limón, almíbar ($170); o el Anastasia, con vodka infusionado con té de rosas, cherry brandy, almíbar de ananá y raspberry, limón, clara de huevo y flores comestibles, $170). Una coctelería con mucho trabajo previo (almíbares, macerados, reducciones y más), preparada con conocimiento y servida en cristalería de primera.

Por suerte, la comida acompaña con honores, con opciones variadas y bien ejecutadas. De hecho, hoy son muchos los que reservan previamente para cenar, ya que el lugar se llena. El menú recorre sabores marítimos: entre los crudos, hay dos ceviches ($250, nikkei o clásico) y tablas de sushi ($360, 15 piezas) osadas que no abrevan en la tradición; entre los cocidos, un rico pulpo, rabas o un salmón crocante envuelto en masa philo, entre otros. Siguen principales para todos los gustos (entre $280 y $320): pasta con langostinos, lenguado a la plancha y un pato confitado entre más posibilidades. La selección de vinos está elegida con esmero, con bodegas clásicas, una buena selección de blancos y algunas perlitas para darse un gusto rompiendo el bolsillo. En suma: un bar con muy ricos tragos y una comida que cumple. Todo un ambiente puesto a todo trapo, que lleva a puertos y tiempos de otras geografías.

Docks queda en Godoy Cruz 1885.  Teléfono: 4833-6884. Horario de atención: martes a sábados de 20 a 3.