El Palais de Glace permanecerá cerrado durante 18 meses. Federico Fischbarg, director nacional de Museos, confirmó a PáginaI12 que en febrero comenzará una “remodelación integral”, a nuevo, del histórico centro de exposiciones ubicado en el barrio de Recoleta, que ya cerró sus puertas para ser preparado para esto. El funcionario informó, además, que será “mixto” el funcionamiento del Palais mientras el edificio de la calle Posadas no esté disponible: la programación funcionará en la Casa del Bicentenario, en tanto que el patrimonio será derivado a la Manzana de las Luces. Un punto álgido del asunto es la situación de los trabajadores: si bien fueron renovados todos los contratos, padecieron durante meses la incertidumbre de qué iba a suceder con las fuentes laborales. Y, según aseguraron, se enteraron de cada movimiento a través de rumores de pasillo y de información publicada en los medios.

Será una obra realmente importante, “la más grande prevista por la gestión” de la Dirección de Museos: el presupuesto asignado es de 140.296.650 pesos. El pliego de licitación especifica que se prevén la restauración integral de la cúpula, la remoción y reinstalación de los aires acondicionados, la revisión, limpieza y reparación de desagües, retiro de pisos, cielorrasos y revestimientos, la renovación de la instalación eléctrica, la modernización del ascensor y trabajos importantes también en la fachada. La empresa a cargo es la Constructora Lanusse. “La obra está planificada en un año y medio, así que la reapertura sería a mediados de 2019”, indicó Fischbarg. “Analizamos mantener el espacio abierto; ver si la obra se podía hacer por sectores. Pero era más riesgoso dejar la obra (el patrimonio) ahí que trasladarla temporalmente”, agregó.

El Palais de Glace –monumento histórico desde 2004– cerró al público el 30 de diciembre, cuando finalizó la exposición fotográfica Argentinos, de Marcos Zimmermann. Actualmente, se están embalando patrimonio, muebles y útiles de trabajo. Mientras esté cerrado el edificio de Posadas 1725, será “mixto” su funcionamiento. “La programación troncal, la principal, que tiene que ver con los salones (de Artes Visuales) y exhibiciones ya pautadas anualmente, como la de Argra (la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), se trasladarán a la Casa del Bicentenario”, anunció Fischbarg, por un lado. Recientemente fue desplazada del espacio de la calle Riobamba Valeria González, su directora, y un medio publicó que su desplazamiento tenía que ver precisamente con esta decisión. Por otra parte, el patrimonio será trasladado a la Manzana de las Luces, “al igual que el personal”. “El trabajo previo a las exhibiciones, que dura meses, se hará en la Manzana. Va a ser el centro de funcionamiento”, definió. Pero, ¿qué pasará con los trabajadores cuya labor está implicada en las exposiciones, como es el caso de los guías? “Va a ser mixto”, respondió el funcionario.

Por su parte, un grupo de trabajadores cuestionó la “desconsideración” de las autoridades del Ministerio de Cultura –del cual depende la Dirección de Museos–, “que sólo generaba sentimientos de incertidumbre en términos laborales”. A principios de 2017 comenzaron a escuchar los rumores de cierre. Pidieron reuniones al director del Palais, Oscar Smoje, y a Fischbarg, pero accedieron por primera vez a información concreta recién el 4 de octubre, mediante una nota periodística. Dos días después, contaron, los recibió el director de Museos, quien se comprometió a renovar los contratos y a mover al equipo “en bloque” a un solo lugar. Ese mismo día, el ministro Pablo Avelluto anunció públicamente la reforma.

“No volvimos a reunirnos con Fischbarg, y ni él ni Smoje nos informaron –ya sea oral o de manera escrita– sobre el futuro del Palais y de nuestra situación laboral. Dado el clima de incertidumbre porque nadie del Ministerio nos informaba con precisión qué iba a ocurrir, entre octubre y diciembre, cuatro trabajadores pidieron el pase y actualmente están trabajando en otros dos museos”, relataron. “Estuve en contacto constante con los trabajadores. Si hubo incertidumbre es porque estuvimos resolviendo cuestiones operativas que queríamos tener concretas para transmitir”, sostuvo Fischbarg. No obstante, al momento del intercambio con este diario, los trabajadores consultados no tenían todavía certezas sobre su traslado, y continuaban realizando sus tareas habituales donde siempre.