El endurecimiento de la política monetaria en los Estados Unidos podría complicar a la economía argentina por su dependencia al endeudamiento externo. En las últimas semanas el bono del Tesoro estadounidense a diez años, de referencia para el mercado global, acumula una fuerte alza y se ubicó en torno a 2,6 por ciento anual. Este mejor rendimiento convierte al país del norte en una aspiradora de fondos de inversores que buscan seguridad. Para la Argentina, que en los últimos dos años emitió unos 120 mil millones de dólares de deuda y que casi la mitad es flotante (la tasa se ajusta a los niveles internacionales) esto generará complicaciones no sólo para seguir financiando el déficit con deuda sino también para refinanciar la existente y pagar los intereses de lo ya emitido.
Todavía los ajustes en la tasa estadounidense no están afectando aún de manera directa a los emergentes, pero la rapidez con la que se están ajustando al alza enciende luces de alerta. Además, se estima que la Fed realice este año entre tres y cuatro subas adicionales desde la franja actual de entre 1,25 y 1,5 por ciento, aunque el comité del organismo anticipó que sólo serían dos ajustes más. “Va a aumentar más de lo que están comunicando en la Fed, por eso el gobierno de Cambiemos se apura a tomar deuda. La suba de tasas en Estados Unidos es inevitable y eso va a desalojar a algunos proveedores de fondos de la Argentina”, aseguró a este diario Arnaldo Bocco, director del Departamento de Economía y Observatorio de la Deuda Externa de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET).
“La estrategia gradual de corrección del déficit fiscal requiere financiamiento externo y una caída del apetito por el riesgo puede encarecer o complicar el acceso al ahorro externo. De la misma forma, una apreciación del dólar a nivel mundial agravaría el problema de atraso cambiario y el desequilibrio de las cuentas externas”, detalló Juan Manuel Pazos, jefe de Estrategia de la banca Puente. Un riesgo todavía mayor es la deuda existente: “Mucho de la deuda actual, de entre 120 mil o 130 mil millones de dólares, es a tasa flotante; es decir, que está fijada por la tasa internacional; con lo cual va a crecer la carga de los vencimientos”, agregó Bocco.