Mientras proyecta por un lado subas del 75 por ciento para un usuario promedio en las boletas de electricidad de febrero, el Gobierno avisa por otro que hay que durante los meses de calor no podrá garantizar el servicio. “Este verano vamos a volver a tener cortes de luz”, reconoció esta mañana el propio Mauricio Macri al hablar en la Jornada Nacional de Eficiencia Energética.
El aviso de Macri de que los usuarios tendrán que pasar momentos del verano a oscuras y sin poder utilizar sus artefactos eléctricos llega menos de 24 horas después de la definición del próximo tarifazo, que quedó expuesto ayer durante la última audiencia pública para ajustar los valores de la electricidad. El plan es que una factura de 280 pesos actuales sumaría 210 desde el verano. Las autoridades proyectan otro incremento para el segundo semestre.
Macri trató de amortiguar el impacto de su aviso sobre los cortes de luz con otra de sus promesas. “Van a disminuir un poco”, dijo.
En el Gobierno insisten en atribuir las interrupciones en el servicio eléctrico a falencias del anterior gobierno. Macri volvió a hacerlo. “La política energética anterior tuvo escandalosos niveles de corrupción, y no sólo no se invirtió, sino que se robó y no se controló”, afirmó, para luego rematar con que a su llegada a la Rosada encontró un "cóctel siniestro" en el área de Energía. Sentado a su lado lo escuchaba el ministro Juan José Aranguren.
"Hemos hecho un montón de cosas", aseguró Macri sin precisar ni una sola de ellas. Agregó que hacen falta "seis años o más" para garantizar una adecuada prestación del servicio eléctrico y defendió el incremento en las facturas. "Los precios de las tarifas eran ridículamente bajos y llevaron a consumos inusualmente altos, comparados con cualquier otro ciudadano. Eso generó un mal comportamiento cultural del país, porque pensamos que era gratis y empezamos a despilfarrar algo que es escaso", explicó con la misma lógica que Javier González Fraga dijo en su momento que los argentinos se mal acostumbraron a viajar al exterior o a comprar televisores led.
Lo que el relato macrista oculta es que durante el primer año de gestión de Macri no se hicieron mejoras en el sector energético. En ese lapso se paralizaron, además, las obras para adicionar potencia al sistema eléctrico. Algunas de esas obras ya estaban en marcha y contaban con financiamiento asegurado.
“Juanjo, te ha tocado bailar con las más complicada de todas”, le dijo Macri a Aranguren, a quien le agradeció "por todo este año de trabajo" al frente de Energía, donde varios funcionarios están bajo investigación de la justicia ante la sospecha de que favorecieron a empresas del sector petrolero.
La política energética que puso en marcha el ex presidente de Shell se focalizó en la aplicación de tarifazos al servicio de luz y en la condonación de deuda de las distribuidoras, que lograron deshacerse de un pasivo de 19 mil millones de pesos que tenían con el Estado. Al mismo tiempo, mientras se frenaron obras de corto plazo por 2310 megawatts (MW), que ya podrían estar finalizadas, y el inicio de las construcciones de centrales hidroeléctricas y nucleares que aportarían otros 5277 MW en el mediano y largo plazo. Todas estas obras de generación de energía eléctrica contaban con financiamiento por 30.584 millones de dólares, de los cuales 27.744 millones (para las de mediano plazo) estaban acordados con los gobiernos de China y Rusia.