Durante el vuelo que lo trasladaba desde Roma hasta Santiago de Chile, el papa Francisco conversó con los 70 periodistas que lo acompañarán en su sexta gira por América latina. El pontífice reiteró su temor ante la posibilidad de una tercera guerra mundial y reflexionó sobre el tema al distribuir entre los presentes una fotografía tomada en 1945. La imagen mostraba a un niño, con su hermano muerto en la espalda, esperando turno frente al crematorio en Nagasaki (Japón) después de la bomba. “Me conmovió cuando la vi. Sólo quise escribir ‘el fruto de la guerra’ y pensé en hacerla imprimir y darla, porque una imagen así conmueve más que mil palabras.”, dijo.”Tengo miedo verdadero de la posibilidad de una guerra nuclear, estamos al límite”,sentenció, e insistió en su pedido por el desarme atómico.
Al ser consultado por las expectativas de este viaje a nuestra región, Francisco dijo: “Para mí no será tan difícil en Chile, porque estudié ahí un año, tengo tantos amigos que conozco. En cambio en Perú conozco menos: fui dos, tres veces por acuerdos y encuentros”, aseveró el obispo de Roma tras tomar el desayuno en el asiento 1C del Boeing 777, en el que recorrió 12.123 kilómetros. “¿Qué recuerdos tiene de sus años en Chile?”, lo consultó en medio de los saludos la enviada de un canal chileno. El Papa vivió un año, en 1960, en el noviciado jesuita del país trasandino. “El terremoto del año 60. Lo viví y vi el espíritu de solidaridad de los chilenos, y es algo que usaré en uno de mis discursos”. En cambio, cuando le preguntaron sobre las sensaciones que le producía sobrevolar Argentina por segunda vez como Papa, prefirió sonreír y guardar silencio: “Entramos justo por Santiago del Estero”,dijo.
Durante el vuelo que resultó ser el viaje más largo desde su asunción como Papa, Bergoglio se permitió bromear con los cronistas y especialmente se divirtió con los chilenos. “Los mismos chilenos me contaron un secreto pero no lo repitan: Chile es una franja de tierra que se agarra de la Cordillera para no caer al mar”, sentenció, y despertó las risas de los periodistas.
Marcadamente afectuoso con los colegas de los dos países que visitará, Francisco recibió también una Virgen de Luján y un “retablo de San Marcos” de una enviada peruana. “Es una especie de altar portátil hecho de forma artesanal en madera y que muestra la mezcla de la tradición católica con la cultura andina del país”, explicó luego la periodista.