Si quedaban dudas de que hay una revolución feminista en curso, que ahí donde había vergüenza de usar la palabra “con f” ahora hay potencia liberada, que la internacional feminista tiene bordes concretos y que el 2017 nos va a encontrar de huelga cuando el calendario vuelva a dar la vuelta por el 8 de marzo, ese día que recuerda la masacre de más de cien obreras textiles para poner en primer plano todos los derechos y las libertades que el patriarcado nos niega, he aquí el discurso de Madonna al recibir el premio “Woman of de year”. Porque para qué hablar de ella si ella lo hace tan bien, con su boca de bruja, con su erótica lasciva, con esa música que siempre te recuerda que el cuerpo es también el territorio donde anida el deseo. Con ustedes, nuestra diosa pagana del pop: “Gracias por reconocer la capacidad de continuar mi carrera durante 34 años en la cara de un sexismo descarado, misoginia y constante e implacable abuso (...) 

Por supuesto que me inspiraron Debbie Harry y Chrissie Hynde y Aretha Franklin, pero mi verdadera musa fue David Bowie. Él personificaba al espíritu masculino y femenino que me cabía perfectamente. Él fue el que me hizo entender que no hay reglas. Pero entendí mal, no hay reglas si sos varón. Sí las hay si sos mujer.

Cuando sos mujer tenés que jugar el juego. Se te permite ser linda y sexy. Pero no parezcas inteligente. No tengas una opinión que no esté alineada con el status quo. Se te permite ser cosificada por los hombres y vestirte como una puta, pero no podés apropiarte de tu putez. Y ni se te ocurra, repito, ni se te ocurra compartir tus propias fantasías sexuales con el mundo. Sé lo que los hombres quieren que seas, pero más importante, sé lo que las otras mujeres se sienten cómodas que vos seas alrededor de otros hombres. Y finalmente, no envejezcas. Porque envejecer es un pecado. Vas a ser criticada y denigrada y definitivamente no te van a pasar en la radio (...) 

Eventualmente me dejaron en paz por que me casé con Sean Penn, y no fue solo porque él era peleador, sino que yo había pasado a estar fuera del mercado. Por un tiempo dejaron de considerarme una amenaza. Años más tarde, divorciada y soltera (lo siento, Sean) hice mi disco Erotica y edité mi libro Sex. Recuerdo haber sido el titular de cada diario y revista. Todo lo que leía sobre mí misma era condenatorio, me llamaron prostituta y bruja. Un titular me comparaba con Satanás. Y yo decía “paren un poco ¿no está Prince dando vueltas por ahí con medias de red y tacos altos y lápiz de labios y el culo al aire?” Y así era, pero él era un hombre. Esa fue la primera vez que entendí que las mujeres no tenemos la misma libertad que los hombres.

Recuerdo un momento en mi vida donde deseaba tener un par femenino a quien admirar para que me apoye. Camille Paglia, la famosa escritora feminista, dijo que retrasé al colectivo femenino por haberme cosificado sexualmente a mí misma. Entonces pensé “ah, si sos feminista no tenés sexualidad, la tenés que negar”, entonces dije “a la mierda todo, soy otro tipo de feminista, soy una mala feminista”.

Pero creo que lo más controversial que he hecho es seguir viva. Michael se ha ido. Tupac se ha ido. Prince se ha ido. Whitney se ha ido. Amy Winehouse se ha ido. David Bowie se ha ido. Pero yo sigo viva. Soy una de las afortunadas y cada día doy las gracias.

Lo que quisiera transmitirles a todas las mujeres de hoy acá es esto: Las mujeres han sido oprimidas por tanto tiempo que llegan a creer lo que los hombres dicen de ellas. Creen que necesitan a un hombre para hacer bien el trabajo. Y hay unos cuantos buenos hombres que hacen falta, pero no porque sean hombres, sino porque son buenos. Como mujeres tenemos que empezar a apreciar nuestro propio valor y el valor de las demás. Busquen mujeres fuertes para tener de amigas, de aliadas, de maestras, de colaboradoras, de inspiradoras, de apoyo, de iluminadoras.

No es tanto para recibir este premio que he venido hoy sino para pararme y decirles gracias. No solo a la gente que me ha amado y apoyado a lo largo del camino, no tienen idea... no tienen ni la menor idea de todo lo que significa para mí ese apoyo. Pero también además para los que han dudado de mí y los que me han rechazado y todos los que me hicieron padecer y dijeron que yo no podía, que no lo haría o que no debía. Su resistencia me ha hecho más fuerte, me hizo empujar hacia adelante y me ha convertido en la luchadora que soy hoy. Me hizo la mujer que soy. Así que gracias.” 

* Al recibir premio Mujer del Año 2016 de Billboard