Los Mundiales son grandes momentos de disfrute deportivo: el deseo de ver los 64 partidos se extiende entre los futboleros que pasaron cuatro años de abstinencia, y pocos momentos se viven con tanta intensidad cómo en los que se ve a la propia Selección pasar de etapa. Para qué mentir, otra de las cosas que se disfrutan, más allá del éxito propio, son las revelaciones, los equipos falopa del Mundial. Un puesto que se ha investido con distintos colores y nacionalidades en las últimas competiciones. Si se repasan los últimos cinco Mundiales, seguramente se dibuje una sonrisa.
En Francia ‘98 fue Croacia, aquel gran equipo que compartió grupo con Argentina y que, de la mano de Davor Šuker y compañía, logró un dignísimo tercer puesto. Para Corea-Japón 2002 fueron Turquía y Corea del Sur quienes se calzaron el vestido de Cenicienta y dieron la sorpresa al quedarse con el tercer y cuarto puesto, respectivamente. Pese a haber logrado el campeonato, el brasilero Roberto Carlos todavía está buscando la bicicleta que le tiró el turco Ilhan Mansiz.
Ya en Alemania 2006, uno de los Mundiales donde Argentina demostró el mejor fútbol de la mano de Pékerman, la corona falopa quedó en manos de Ucrania: la Selección comandada por Andriy Shevchenko logró llegar hasta cuartos de final en, hasta ahora, su única participación en la Copa. En Sudáfrica 2010, uno de los equipos revelación fue Paraguay, dirigido por el Tata Martino, que llegó hasta cuartos y perdió contra la campeona España. Ghana también fue sorpresa y terminó cayendo por penales ante Uruguay, después de que Luis Suárez atajara un cabezazo con las manos durante el partido.
En Brasil 2014, Costa Rica fue una de las sensaciones: el conjunto tico tuvo grandes momentos en la competencia, con figuras como el arquero Keylor Navas (cuya buena actuación en Brasil le valió el pase al Real Madrid) y apostillas como la del delantero Joel Campbell con las figuritas. Llegaron a cuartos de final, donde fueron eliminados por Holanda en los penales.
En la previa de Rusia 2018, muchas Selecciones se perfilan para el batacazo. ¿Será Egipto, de la mano (o el pie) de Salah? ¿O los iraníes que buscarán pasar de primera ronda en su quinto Mundial? ¡Ojo con Suiza que ya nos dio un dolor de cabeza! ¿Y la debutante Panamá? ¿Túnez? ¿O Australia? ¿Y si es Islandia, que comparte grupo con Argentina y después de llegar a cuartos en la Eurocopa se clasificó por primera vez al Mundial? A poco más de cinco meses para comprobarlo, la selección de Björk es nuestra candidata a Cenicienta.