Mar del Plata volvió a ser el escenario de un verano caliente y agitado para movimiento sindical. En la sede la Uthgra (gastronómicos) cerca de 40 gremios cegetistas –entre ellos los triunviros de la conducción de la central sindical Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña– redactaron y rubricaron un duro documento contra la política económico social del gobierno “para ricos” de Mauricio Macri que elevarán al consejo directivo de la CGT como propuesta para un plan de lucha. Bajo el título “Quien quiera oir que oiga”, el texto rechaza la reforma laboral que el gobierno quiere aprobar este año y el megadecreto presidencial que avanza sobre “inembargabilidad del sueldo” y habilita la utilización de los fondos de la Anses “para la timba financiera” desfinanciando el sistema de seguridad social; exige la derogación de la ley provisional que Cambiemos sancionó con el apoyo de algunos gobernadores peronistas, reclaman paritarias libres y sin techo frente a la intención del gobierno de acotarlas. Allí también repudia “la construcción del relato” macrista que construye como “enemigos” a los sindicatos para “deslegitimarlos” con “denuncias mediáticas, judiciales, tributarias” y propone “apoyar y acompañar activamente a las organizaciones que se declaren en conflicto” donde Camioneros hará punta: el gremio de Hugo Moyano prepara una movilización contra la auditoria sobre la mutual sindical y las versiones de que su conducción podría ir a parar a la cárcel.
Los encuentros veraniegos marplatenses que todos los eneros organiza el gastronómico Luis Barrionuevo han atravesado distintas circunstancias: desde distendidos asados, con campeonatos de truco y panzazos en la pileta hasta encuentros políticos-sindicales con más y menos adhesiones. El de ayer reunió a 40 gremios y produjo el más duro documento de los sindicatos cegetistas contra el gobierno de Macri en sus dos años de mandato.
Además de los triunviros Schmid (dragado y balizamiento) y Acuña (estaciones de servicio) y el anfitrión Barrionuevo, estuvieron los dirigentes de Moyano (camioneros), Sergio Palazzo (bancarios y Corriente Federal) Julio Piumato (judiciales) y Omar Plaini (canillitas). También participaron representantes de Vialidad, panaderos, peajes, la Fraternidad y hasta el sindicato del Vidrio y un grupo de gremios alineados en las 62 Organizaciones Peronistas que conducía el fallecido jefe de los peones rurales y sindicalista macrista Gerónimo “Momo” Venegas, entre otros.
La “declaración de Mar del Plata” arranca con la decepción por las promesas electorales incumplidas por parte del gobierno de Cambiemos: “luchar enérgicamente contra la inflación”, “pelear frontalmente contra la pobreza” y “dotar a la República de más institucionalidad”.
“Creíamos y creemos en la necesidad de una Argentina de encuentro y diálogo institucionalizado en una mesa a la que se debe convocar a todos” como “reclama el Papa Francisco”, “con un norte claro puesto en la producción, el trabajo y la educación”, sostienen los gremios que se lamentan con la contrapartida: “un gobierno de CEOs, directores, accionistas, dueños de empresas nacionales y multinacionales que en una clara afrenta a la ley de ética publica asumían sus cargos con total desparpajo conservando acciones e injerencias en sus empresas y beneficiando claramente de manera ostensible sus propios intereses”.
“El dialogo paso a ser un monólogo, mesas a las que sentados todos, nadie se iba con obligaciones, salvo por supuesto los trabajadores”, concluyen los sindicalistas.
“Es imposible suponer que haciendo denuncias mediáticas, judiciales, tributarias y a través de un aparato comunicacional afín con amenazas de auditorias, etc., se logra una mayor eficacia en la defensa de los derechos de los trabajadores. En todo caso este tipo de estrategia gubernamental solo busca la deslegitimación de las organizaciones sindicales ante la sociedad para avanzar con rapidez sobre el salario y las condiciones de trabajo”, sostiene otro párrafo del documento que denuncia la persecución sindical en la que también incluyen la anulación de la paritaria nacional docente por decreto y “se alienta la desafiliación sindical desde el propio Estado”.
El documento enumera lo que definen como “lo único que ha hecho el gobierno en estos más de dos años”: “hacer perder el poder adquisitivo de jubilaciones y salarios; condonar y blanquear las deudas de los evasores; rebajar el sueldo de jubilados, pensionados y programas sociales; llenar las góndolas argentinas con productos extranjeros que conspiran contra el trabajo de los argentinos; endeudar el país de manera inaudita, y hacer más ricos a los ricos y mas pobres a los pobres”.
El texto que rechaza la reforma laboral y el mega decreto presidencial, exige la derogación de la reforma previsional y la realización de paritarias libres, así como el llamado a “apoyar y acompañar activamente” a las organizaciones que se “declaren en conflicto por estas razones”, será presentado para que sea tratado por el Consejo Directivo de la CGT, que se podría convocar hacia fines de enero o principios de febrero como propuesta de un plan de lucha.
También para comenzar a elaborar una propuesta política: “Convocar a técnicos, asesores y a todos los compañeros para elaborar un programa básico de coincidencias, respecto al destino y modelo de País”, dice el documento.