Las ventas a precios constantes en supermercados durante noviembre pasado sumaron un total de 23.269,7 millones de pesos, lo que representó un aumento de 1,1 por ciento respecto de igual mes de 2016, informó ayer el Indec. El comparativo con el saldo acumulado en once meses del año no se incluye en el informe porque faltan los datos para ese lapso de 2016 por el apagón estadístico. No obstante, la facturación a precios corrientes acumuló en ese lapso un aumento de 20,6 por ciento respecto de igual período del año previo, frente a una inflación de 21,0 por ciento a nivel nacional y de 20,9 para la medición en barrios porteños. Esto revela una caída del consumo en términos reales en supermercados entre enero y noviembre. En tanto, en los grandes centros de compras (shoppings) las ventas a precios constantes crecieron 1 por ciento interanual en noviembre y el acumulado a valores corrientes avanzó 15,6 por ciento, también por debajo de la inflación del período. El empleo en los super se vio resentido por la menor actividad y el número de cajeros, administrativos y repositores se redujo un 2,6 por ciento contra noviembre de 2016: son 2192 empleados menos que un año atrás (quedaron 81.604).
Frente a las declaraciones de que el consumo se está recuperando y que los asalariados le ganaron por goleada a la inflación, las cifras oficiales dan cuenta de otra situación. La pérdida de poder adquisitivo ante una inflación elevada, principalmente por los constantes ajustes de tarifas de servicios públicos, no hizo más que resentir el consumo interno. Según la consultora Kantar, el año pasado hubo una nueva caída de consumo masivo de 1 por ciento y la entidad ya había dado cuenta de una contracción de 4 por ciento en 2016. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) también registró caídas en las ventas, del 1,0 en 2017 y de 7,0 en 2016. El impacto de esta situación en los supermercados fue una nueva contracción en el empleo: a la caída de 2,6 por ciento interanual de los trabajadores en áreas operativas se sumó la baja de 1,4 por ciento en el personal jerárquico: 160 empleados menos.
El Indec informó que la facturación de noviembre en supermercados fue a precios corrientes de 32.182,7 pesos, lo que representó un aumento de 21,2 por ciento respecto de igual mes de 2016. El IPC para el GBA dio en el cotejo interanual un 22,3 por ciento a noviembre. Sin embargo, el informe oficial asegura que la comparación a precios constantes (con ingresos por 23.269,7 millones de pesos a valores de abril de 2016) hubo un crecimiento de ventas de 1,1 por ciento. Las principales mejoras fueron en esta comparación fue para bebidas (24,8 por ciento), panadería (23,2), almacén (22,9) y carnes (22,7). En los primeros once meses del año la facturación fue de 310.677,5 millones de pesos, con un crecimiento interanual de 20,6 por ciento.
El Indec informó además que la facturación en shoppings de noviembre fue de 4893,4 millones de pesos, con un aumento de 16,8 por ciento respecto de igual mes de 2016. Pese a que también estuvo por debajo de la inflación interanual de ese mes, el Indec adjudica una mejora en las ventas a precios constantes, con 3796,6 millones de pesos a valores de 2016, de 1,0 por ciento. Los rubros de mejor desempeño fueron diversión y esparcimiento (29,4 por ciento), patio de comidas y kioscos (27,9), juguetería (22,1) y librería y papelería (20,3).
Entre los productos con mayor demanda se encuentran indumentaria, calzado y marroquinería, en su mayoría de origen importado, con el 46,3 por ciento de las ventas totales, seguido por el electrónicos y electrodomésticos y computación, con un 13,4 por ciento del total. Respecto del acumulado de los once primeros meses de 2017, las ventas registraron un total de 52.726,0 millones de pesos, lo cual representa un aumento respecto al mismo período del año anterior de 15,6 por ciento.