carbones encendidos
en una y otra suerte.
Por su brasa
Ingresas en tus muertes.
Finges
asumir lo imperante,
pero el ojo que cala,
disidente,
lo triunfante, que miente,
tensa el hilo del laxo
disfrutar,
y te corta el semblante.
(De Guirnalda para un luto, en Parlamentos del viento 1980-1988)