Ya cumplió un año de gestión y el presidente Mauricio Macri no quiere seguir viajando a sus compromisos internacionales en vuelos de línea, ni seguir recibiendo críticas por los costosos vuelos privados que abonó Presidencia en sus últimas giras. Ya tiene un candidato para convertirse en el próximo Tango 01: un Boeing ejecutivo fabricado en 2008, pero con poco uso, por la módica suma de 48,95 millones de dólares. Macri quiere extremar los recaudos para evitar cuestionamientos en un tema tan complicado. El proceso de selección se hizo a través de un organismo de las Naciones Unidas y ahora hizo un pedido de cotización de la máquina al Tribunal de Tasaciones de la Nación. La compra sería un hecho.
Para la operación el Gobierno recurrió a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo de las Naciones Unidas dedicado a estudiar el tráfico aéreo. Desde ahí, según informó ayer el portal del diario La Nación, recomendaron la adquisición de este avión que tiene a la venta la empresa estadounidense Freestream Aircraft, un Boeing 737/75G, similar a los 737/800 con los que ya cuenta Aerolíneas Argentinas. El interior está remodelado artesanalmente por especialistas de la aerolínea alemana Lufthansa que lo dejaron configurado con 16 asientos muy cómodos, un amplio sillón, una mesa de trabajo, más un lujoso dormitorio presidencial con ducha y otro dormitorio de invitados.
Por otro lado, el avión fue equipado con tanques de combustible auxiliares para llevar su alcance hasta los casi 11 mil kilómetros, que es la distancia de un vuelo desde Buenos Aires a los destinos más cercanos de Europa. Uno de los problemas del Tango 01 que compró Carlos Menem siempre fue que obligaba a varias paradas para repostar.
La nave cuenta con un historial de 599 aterrizajes y alrededor de 2100 horas de vuelo. Ahora corresponderá al Tribunal de Tasaciones resolver si el precio de casi 49 millones de dólares es adecuado para una nave de este tipo y antigüedad.