El 4 de febrero tendrá lugar la consulta popular convocada por el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, sobre temas tan disímiles como la reelección indefinida y la corrupción y las campañas por el “sí” y por el “no” ya comenzaron. Ayer se difundió un comunicado de la Iglesia Católica ecuatoriana llamando a los ciudadanos a “votar de manera informada y responsable”.
El jueves, el ex presidente Rafael Correa encabezó una nutrida caravana por un barrio del norte de Quito para promover el voto por el No, porque la consulta no fue autorizada por la Corte de Constitucionalidad y por su rechazo a varias de las siete preguntas del referéndum: “No tiene dictamen de la corte constitucional y además dos de las siete preguntas son inconstitucionales. Si yo hubiera hecho la tercera parte de lo que ha hecho Moreno en estos meses, ya estarían los cascos azules en Ecuador”, alegó el ex presidente. Convertido en el principal opositor a su ex aliado Moreno, Correa volvió de Bélgica hace dos semanas, donde se encontraba desde julio del año pasado, para atender personalmente la campaña por la consulta popular.
Moreno, que sucedió a Correa el 24 de mayo pasado, ha mantenido una feroz batalla con su predecesor, disputa que, incluso, dividió al movimiento que ambos fundaron, Alianza País (AP). Incluso, una treintena de asambleístas se desafiliaron de AP luego de la sentencia del 15 de enero del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que ratificó a dirigentes morenistas en la conducción del partido, en desmedro de la línea correísta.
Por ello, muchos de los seguidores de Correa lucieron en la caminata y caravana las banderas verdes que identifican a AP, pero ya sin la leyenda de ese grupo, porque los correístas que se retiraron de la formación anunciaron que crearán un nuevo movimiento político. “Dile No” es la consigna de quienes apoyan a Correa y que critican a Moreno, al que acusan de haber traicionado la llamada Revolución Ciudadana, aplicada durante la anterior administración (2007-2017).
“Vota No y no” y “No al reparto de la patria” fueron algunas de las consignas que exhibieron los seguidores de Correa durante el recorrido, que se extendió por otros barrios del norte de la capital, donde también hubo concentraciones con simpatizantes suyos.
El ex mandatario califica a la consulta de “mañosa” e ilegalmente convocada, pero remarcó que, sobre todo, se opone a las preguntas 2 (reelección), 3 (autoridades de control) y 6 (minería), de las siete que se incluyen en el refrendo. Dijo Correa: “Con la pregunta 2 (para suprimir la reelección indefinida) me inhabilitan para reelegirme como presidente, que es lo que menos me interesa. Si ganan la pregunta 3 (para nombrar nuevas autoridades de control), pondrán fiscal, contralor a su medida, abiertamente enemigos, sólo para perseguirme y perseguir a mis compañeros”.
La Iglesia Católica de Ecuador también se involucró en la campaña y llamó ayer a sus fieles a que no obvien el conocimiento e información sobre cada una de las siete preguntas que contiene la consulta y considera que se trata de una responsabilidad ineludible a la hora de ejercer el derecho a sufragar.
En una carta abierta del Consejo de la Presidencia de la Conferencia Episcopal se indica que, con el derecho al voto, la sociedad se encaminará “por caminos de libertad, democracia e independencia de poderes”. Y subraya que ésos son los pilares de “una convivencia armónica para el bien de nuestra sociedad”.