Tras el ajuste en las tasas de interés que aplicó la Reserva Federal, los mercados de monedas y materias primas se negociaron ayer a la baja frente a la perspectiva de un dólar que se fortalece a nivel global. El más perjudicado fue el euro, al cotizarse en 1,04 dólares, su menor valor en 14 años. Por su parte, el precio del oro se retrajo un 2,5 por ciento a 1132 dólares la onza en Nueva York, su mínimo en más de diez meses. El petróleo se retrajo 1,4 por ciento a 50,32 dólares el barril WTI. El mundo financiero continuó así con su reacomodamiento detrás de la suba de tasas que aplicó la Fed, a la franja de 0,5 y 0,75 por ciento anual, la cual se presenta como el puntapié inicial de una política monetaria estadounidense más contractiva en términos de liquidez global. Esto derivará en menos condiciones para la colocación de deuda para los emergentes, entre los que se encuentra la Argentina. En el mercado local, la falta de profundidad en los negocios amortiguó el impacto y el panel líder finalizó con una baja de 1,1 por ciento. El principal impacto provino por el precio del dólar, que subió 9 centavos a 16,24 pesos, mientras que en el paralelo saltó 23 centavos a 16,60.
La Fed elevó anteayer la tasa rectora por segunda vez desde 2008, a partir de mejores perspectivas económicas y ante el riesgo de que se recaliente la actividad e impacte en los precios. Si bien el ajuste en la tasa de corto plazo estaba descontado en los cálculos de los inversores, lo que se anticipó en el comunicado que acompañó la decisión no era tan esperado. En las minutas de la reunión se anticiparon tres subas más para mantener la tasa de inflación objetivo en torno al 3 por ciento. La tasa se ubicaría en 1,5 por ciento. El primer impacto provino de los propios bonos del Tesoro estadounidense, cuyos rendimientos crecieron al 2,5 por ciento, lo que se convierte en un fuerte atractivo para que la liquidez se dirija hacia ese mercado.
En el Viejo Continente la situación es otra y la crisis todavía en varios países no logró domarse, por lo cual el Banco Central Europeo mantiene la tasa de interés para la Eurozona casi neutra para darle fluidez a la liquidez. El resultado, que quedó reflejado en la jornada de ayer, es un fortalecimiento del dólar. La moneda comunitaria se acercó a la paridad con el dólar, en su valor más bajo desde 2003. El euro ya venía acumulando una serie de recortes ante el dólar por la crisis económica y política, como la victoria del “no” en el referéndum de reforma política en Italia y la salida de Reino Unido de la Eurozona (Brexit), entre los principales hechos.
En el mercado argentino el anticipo de un ciclo de tasas en alza en los Estados Unidos fue la peor noticia ante un Gobierno que el año próximo volverá a tomar deuda. Sólo para renovar vencimientos deberá colocar más de 30.000 millones de dólares. En títulos públicos se destacaron ayer los retrocesos de los bonos a largo plazo en dólares con ley extranjera, como el Par, con un rojo de 2,1 por ciento, y el Discount, con un merma del 1,2 por ciento. Estas caídas explicaron en buena medida la pérdida en reservas del Banco Central, que fue de 130 millones de dólares, debido a la desvalorización de títulos en cartera, para cerrar el stock en 36.881 millones. En el mercado de cambios, el Central informó no haber intervenido pese a que la demanda se recalentó y elevó los precios tanto en el oficial como en las cuevas, frente a un nivel de tasa de interés local que ya no sirve de ancla para la divisa. Entre las acciones que se negociaron en el Bolsa porteña, hubo bajas significativas en papeles del banco Francés, con una caída de 3,2 por ciento, seguidos por Mirgor (-3,1), Grupo Galicia (-2,9) e YPF (-2,9).