Nicolás Caputo, el “hermano de la vida” del presidente Mauricio Macri, vendió la empresa emblema de la familia al Grupo TGLT, propiedad de Federico Weil. En medio de denuncias por preferencias en la adjudicación de obras públicas por parte del gobierno de Cambiemos a Caputo, el blanqueo de 26,5 millones de dólares que realizó el año pasado y luego de haber capitalizado en dos años la empresa en cinco veces su valor, “Nicky” Caputo y el resto de los socios familiares se aleja del negocio de la construcción cediendo en total el 82,32 por ciento en la constructora a otro empresario cercano a Cambiemos. Se trata del vicepresidente de TGLT, Darío Lizzano, quien a través de su fondo de inversión es socio en Genneia de la familia Brito, que se quedó con un parque eólico que tenía en su poder Socma y derivó en una denuncia contra Macri.
Según informó ayer mediante un comunicado, TGLT adquirió 138.262.489 acciones ordinarias de Caputo a un precio de 0,79 dólares cada una, por un monto total de 109 millones de dólares. La compañía compradora adelantó que hará además una oferta para adquirir el cien por ciento de Caputo que cotiza en el mercado bursátil. El titular de TGLT contaba hasta julio pasado con una sociedad offshore en las Islas Vírgenes Británicas, denominada Eightfifty International LTD, bajo el número de registro 1750024 y creada en 19 de diciembre de 2012.
Expansión
El negocio de Caputo creció sostenidamente en los últimos diez años con obras en la Ciudad de Buenos Aires y a nivel nacional. La capitalización de la firma se disparó con su amigo del alma en la Jefatura de CABA, primero, y en la Presidencia, después. Con más de 500 obras ejecutadas, públicas y privadas, participa en tres segmentos de negocios: construcción, desarrollos inmobiliarios y servicios de ingeniería. El holding tiene participación directa e indirecta en American Pavilion (100 por ciento), SES (50 por ciento), LIMP AR Rosario (40 por ciento), Fideicomiso Nuevo Quilmes (35 por ciento), Urbanizadora del Sur (35 por ciento), Altos del Puerto (32 por ciento) y Desarrollo Caballito (25 por ciento). La capitalización total del grupo asciende a 3762,2 millones de pesos. Con la victoria en ballotage de Macri para presidir la Nación, las acciones de Caputo subieron muy fuerte. De los 6,70 pesos que valían en octubre de 2015 pasaron a 33,90 el mismo mes del año pasado, con un alza de 405,9 por ciento. Al momento de la operación de esta venta los papeles cotizaban en 18,60 pesos, bajando casi 17 por ciento. El precio de venta por acción fue menor a la cotización del día anterior, lo que explica la caída de ayer.
Desde la asunción de Macri como presidente, Caputo Sociedad Anónima, Industrial, Comercial y Financiera (SAICF) registró una ganancia neta de 143,8 millones de pesos. Pero las denuncias en los últimos dos años de gestión del macrismo no se circunscribieron sólo a ser beneficiado por la obra pública licitada sino que se suma el hecho de haber sido parte del clan presidencial que aprovechó el programa de Sinceramiento Fiscal que lanzó el Gobierno con destino a contribuyentes para blanquear 465 millones de pesos, equivalente a 26,5 millones de dólares.
Venta
El “hermano de la vida” de Mauricio decidió entonces vender su participación del 20 por ciento a la desarrolladora, que adquirió hasta el momento el 82,32 por ciento de ese paquete. “TGLT realizará oportunamente una oferta pública de adquisición obligatoria y canje voluntario de acciones dirigida a los tenedores de acciones ordinarias remanentes, de forma de adquirir el 100 por ciento del capital con derecho de voto de dicha sociedad”, según confirmó la empresa compradora.
TGLT, creada en 2005 por Federico Weil, es una de las principales desarrolladoras inmobiliarias de Argentina y Uruguay, con más de 600.000 metros cuadrados en ejecución bajo las marcas Forum, Astor, Metra y Venice. Desde 2010 cotiza en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y el año pasado inició un plan estratégico de crecimiento en la Argentina. Los desarrollos de TGLT se extienden por Puerto Madero, Caballito, Núñez, Devoto, Barrio Parque y San Telmo, Tigre, Santa Fe y Rosario. El proyecto Venice en Tigre estuvo en la mira de la justicia a mediados de 2016. La jueza federal de San Isidro Sandra Arroyo Salgado había ordenado que se frenaran las obras para determinar el impacto ambiental. Tres meses después, la Cámara Federal de San Martín levantó la medida.
Weil tenía además a su nombre una sociedad off-shore en las Islas Vírgenes británicas, bajo el nombre Eightfifty International LTD. Fue creada el 19 de diciembre de 2012, según consta en la documentación conocida como Panamá Papers, y dada de baja del listado de empresas de la jurisdicción británica el 12 de julio pasado. “Está la oportunidad para que haya un cambio muy rotundo en el mercado”, señaló Weil en referencia a la gestión de Cambiemos en el Gobierno. En el comunicado de ayer, la empresa que comanda asegura que “esta adquisición (Caputo) la coloca en una posición óptima para capitalizar las oportunidades que presenta el crecimiento del sector de la construcción en Argentina, tanto en los segmentos de real estate como en el de grandes obras de infraestructura, incluyendo las inversiones PPP (del Programa de Participación Público-Privada)”. El gobierno apuesta a esta modalidad para financiar la obra pública con fondos privados.
Otra vez Socma
El arribo de Lizzano a TGLT coincidió con el despegue de la firma en el país. El empresario, que comenzó en el departamento bursátil del Banco Piano y que ahora reside en Nueva York, comenzó a invertir fuerte tras la asunción de Macri a través del fondo PointState de Zach Schreiber. Este fondo comenzó comprando bonos defolteados en los últimos años del kirchnerismo apostando al cambio de gobierno. La decisión del Gobierno de pagar la totalidad del valor nominal de los bonos en cesación de pagos fue el primer gran negocio que realizó este fondo en el país. “Mientras todos decían que invertir en Argentina era demasiado riesgoso, nosotros fuimos de los pocos que nos animamos”, aseguró Lizzano en una entrevista concedida hace dos meses.
El fondo, cuyo patrimonio bajo administración se ubica en los 10.000 millones de dólares, fue adquiriendo luego participación en empresas cotizantes. Lizzano llegó de Morgan Stanley a PointState en 2014 y sumó a TGLT junto a otro fondo de inversión extranjero, Bienville, en 2015. Ambos se repartieron (en partes iguales) el 27,2 por ciento del paquete accionario de la desarrolladora y quedaron en condiciones de manejar la empresa en tándem. De todos modos, Weil quedó como el presidente del Directorio de TGLT.
Con el cambio de gobierno, PointState adquirió participaciones en Pampa Energía, YPF, TGS, Banco Macro, Superveille y hasta se quedó con la empresa Plaza Logística, que planea la construcción de una serie de parques industriales en el Conurbano y tiene excelente llegada a la gobernadora María Eugenia Vidal. El fondo se quedó también con un parque eólico en poder de Socma (tras comprarlo a la española Isolux) y por el cual hizo otro fenomenal negocio que en pocos meses le generó a la familia Macri una ganancia de 15 millones de dólares. Esa operación derivó en otra denuncia penal a Macri por las sospechas de una licitación a la medida de la quebrada Isolux, que luego transfirió proyectos a desconocidas firmas administradas por un contador de Socma. “Había inversiones de la familia Macri y después las vendió. No hay ningún tipo de participación del Estado, no hay perjuicio de ningún tipo y mucho menos una falta de transparencia”, fue la defensa del jefe de Gabinete, Marcos Peña.
La relación del fondo de Lizzano con el Presidente quedó reflejada en la última visita oficial del mandatario a Nueva York, en noviembre pasado. Macri lo recibió en el hotel The Mark del Upper East Side, donde se alojaba con su esposa, Juliana Awada. En el encuentro participaron también el ministro de Finanzas, Luis Caputo, el jefe de asesores de gabinete del Ministerio, Pablo Quirno, y el secretario de Asuntos Estratégico, Fulvio Pompeo, quienes están a cargo del desarrollo de obras bajo la modalidad PPP. En representación del fondo PoinState estuvieron Schreiber y Lizzano.