Al día siguiente de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, cientos de miles de mujeres tomaron las calles de ese país como gesto de resistencia a la agenda misógina que había sido parte de la plataforma política del empresario durante toda la campaña. Ese 21 de enero de 2017 el epicentro fue Washington, se registraron alrededor de mil marchas en todo el planeta, en cincuenta estados de ese país y también en otros noventa países. La Women's march tendrá su segunda edición hoy y mañana.
Mañana se cumple un año de aquella histórica manifestación, y a partir de hoy las feministas, el colectivo lgbti, la comunidad migrante y el activismo afro, entre muchos otros sectores opositores, encabezan una segunda edición de la marcha que busca convertir la furia y el entusiasmo en capital político.
Las marchas en distintos puntos del país comenzarán hoy a partir de las 15.30 pm (hora local). Además de la concentración en Las Vegas, que se espera que sea multitudinaria, habrá grandes manifestaciones en ciudades como Nueva York, Los Angeles, Chicago. En Nueva York, por ejemplo, cuidad en la que el año pasado marcharon 400 mil personas, la concentración comenzará a partir de las 16 en el Central Park, luego atravesará el parque y continuará a lo largo de la Quinta Avenida.
El 21 de enero del año pasado las mujeres marcharon en Washington al día siguiente de la asunción de Donald Trump en un grito de hartazgo contra sus discursos de odio, misóginos, racistas y xenófobos, que en este año de gobierno se han traducido en políticas. De enero de 2017 a esta parte, la Women's march se ha convertido en un símbolo y un punto de encuentro crucial para feministas, organizaciones de izquierda, ambientalistas, y se ha posicionado como una fuerza política de cara a 2018. Durante el año pasado, las impulsoras de la marcha original han adoptado un enfoque amplio, organizando eventos en asociación con grupos que se enfocan en la justicia racial, la discapacidad y los derechos lgbti, por nombrar algunos. El resultado es menos un frente unificado que una colección de organizaciones e individuos que trabajan por la igualdad de género y la justicia social, cada uno a su modo.
Este año además habrá que sumarle el impulso generado por el #MeToo, la avalancha de denuncias por abuso de poder y sexual que se originó en Hollywood a partir de las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein.
Para mañana, cuando se cumpla un año de esa marcha inaugural, las organizadoras preparan un evento para registrar votantes llamada #PowerToThePolls. Ese evento tendrá su punto neurálgico en Las Vegas (a diferencia de 2017 cuando fue en Washington DC). Están programadas oradoras como Alicia Garza, una de las fundadoras del movimiento Black Lives Matter, Cecile Richards, presidenta de la Planned Parenhood -fundación que protege los derechos reproductivos en ese país-, y la senadora del estado de Nevada Catherine Cortez Masto.
“El slogan elegido, #PowerToThePolls, busca alentar a las mujeres a registrarse para votar y elegir mujeres del espectro progresista en cargos electivos de cara a las legislativas de noviembre de este año. En esta oportunidad se va a buscar también que las consignas sean más amplias y abarcativas, ya que un sector de la población considera que en la marcha del 2017 los reclamos giraban fundamentalmente en torno a las necesidades de las mujeres blancas, hetero y de clase de media”, le relató a Página12 desde las calles de Nueva York -donde actualmente reside-, Magalí Brozio, economista argentina y una de las creadoras del sitio Economía Feminista.
“La marcha de hoy no es explícitamente opositora a Trump o por lo menos no se centra excluyentemente en ello, aunque muchas de las consignas ponen de relieve este carácter. Sí es verdad que hay una campaña muy fuerte vinculada a lo electoral”, apunta Brosio. En este sentido, continúa la economista, resulta crucial recordar que “las mujeres de color, latinas, lesbianas, trans, indígenas, entre otras, sufren distintas formas de desigualdad que se solapan y refuerzan por lo que sus necesidades deben ser jerarquizadas dentro del movimiento y la marcha. Y esa visión del mundo sin duda atraviesa gran parte de la Women’s march de este año”.