La comunidad mapuche Las Haytekas denunció una serie de ataques en el territorio en donde están establecidos, en las afueras de la ciudad patagónica de El Bolsón, que vincularon con la resistencia de empresarios y personas vinculadas al municipio a su ocupación pacífica en reclamo por la propiedad ancestral de esas tierras. Los miembros de la comunidad calificaron de “atentados incendiarios” al incendio que destruyó la casa de una de sus integrantes a mediados de la semana pasada y a un nuevo episodio con fuego que pudieron controlar el viernes.
Los hechos “forman parte de la persecución al pueblo mapuche”, denunció la comunidad en un comunicado que una de sus voceras, Elisa Ose, completó en diálogo con este diario: “En los últimos tiempos el contexto político cambió y propició que los ‘winka’ –“usurpadores” en mapuche– se empoderen, recrudezcan sus actitudes macabras. Antes por lo menos se escondían, ahora tienen vía libre”. Junto al ataque que sufrió la comunidad de Cushamen hace un año, la represión en la que desapareció y murió Santiago Maldonado y el asesinato de Rafael Nahuel en Bariloche, estos “atentados incendiarios” son para Ose “muestras de un hostigamiento que creció”. “Y a eso hay que sumarle el informe de (la ministra de Seguridad, Patricia) Bullrich, que nos vincula con la RAM para criminalizarnos, para que el vecino y el turista nos señale como terroristas”.
El miércoles pasado, la casas de la abuela Adelina Valle en la comunidad Las Haytekas amaneció “destruida completamente” tras un incendio. Los pobladores realizaron la denuncia ante la Policía de Río Negro y mañana, con el nuevo episodio sucedido el viernes –un incendio en la misma zona que no llegó a prosperar– acudirán a la Fiscalía. Cuentan con “serias sospechas” acerca de quién pudo haber provocado los atentados. “En el entramado están involucradas los que fraguaron la propiedad de estas tierras y el poder político de El Bolsón”, explicó la vocera del pueblo a este diario en referencia a dos frentes de hostigamiento que en la actualidad la comunidad debe enfrentar.
Por un lado está la cuestión territorial. Las Huaytekas iniciaron la recuperación de su territorio ancestral en 2008, un lugar en manos de Luis Silberberg, un empresario chubutense con vínculos con el sector petrolero, y su administrador, el empresario turístico Daniel Kritz. El pueblo denunció ante la justicia provincial la “falsedad” del título de propiedad de Silberberg, razón por la que la construcción de un complejo turístico en la zona, impulsado por Kritz y en el que “estaban vinculados varios peces gordos de la política local”, aclaró Ose, se vio frustrado. Días atrás, supieron que comenzaría el proceso de expropiación del territorio, un dato que “enojó” a los empresarios. “Los incendios tienen que ver con eso”, aseguró Ose.
Pero los empresarios no son los únicos enojados con el pueblo mapuche. “La familia Arce vive cerca de la comunidad, son personas que tienen muchos vínculos con el municipio, con el poder político y están interesados en la cascada”, explicó Ose. Las Haytekas explotan con fines turísticos la cascada del paraje Los repollos, localizada dentro del predio cuya propiedad ancestral reclaman “y eso le molesta al municipio, no quieren que lo trabajemos nosotros, lo quieren para ellos”, añadió la vocera. El día anterior al incendio de la vivienda de la abuela Valle, los pobladores recibieron “amenazas de parte de Inés Arce, quien dijo que no nos quería acá, que no nos iba a hacer la vida fácil”.