El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) decidirá hoy si formará una nueva alianza de gobierno con los conservadores de la canciller Angela Merkel, en una votación en la que un “no” podría sumir al país en una crisis inédita cuatro meses después de las elecciones generales.
Los socialdemócratas se reunirán en Bonn en un congreso extraordinario para decidir si quieren ser por tercera vez socios menores de una gran coalición con los democristianos de Merkel o pasarse a la oposición.
Merkel ganó los comicios pero sin alcanzar la mayoría necesaria. La negativa inicial del SPD a sellar una nueva alianza llevó a la canciller a buscar sin éxito un Gobierno tripartito con liberales y verdes.
No obstante, tras dar un giro de 180 grados respecto a su “no” inicial, el presidente del SPD, Martin Schulz, y el resto de la cúpula buscaron convencer a sus “camaradas” de la necesidad de anteponer el bien del país al de la agrupación, que ha ido perdiendo votos con cada Gobierno bajo Merkel.
El partido está dividido. La resistencia a la gran coalición está encabezada por las Juventudes Socialdemócratas (Jusos) al mando de Kevin Kühnert, un estudiante de Ciencias Políticas de 28 años que se ha erigido en el rival más peligroso de Schulz. Kühnert está convencido de que un nuevo “abrazo del oso” de Merkel haría peligrar la supervivencia del SPD.
Por lo pronto, la canciller debe esperar y ver cómo los socialdemócratas deciden sobre su futuro. De imponerse el “sí”, el acuerdo de coalición sería sometido al voto de los 450.000 afiliados del SPD. Merkel podría así encadenar su cuarto Gobierno consecutivo.
Con un “no”, la canciller se quedaría sin opciones para formar Gobierno y sin poder de decisión sobre los siguientes pasos. El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, es quien decide si la propone como primera ministra de un Gobierno minoritario o si convoca nuevas elecciones.