Lleva puesta la típica camisa bordada con motivos precolombinos. Saluda siempre risueño, aunque la prensa sólo recorte sus exabruptos. Entre las formalidades que empiezan cualquier conversación se lamenta: “Debería decir que estoy bien, pero la verdad es que estamos pasando momentos muy duros en Ecuador y sé que en Argentina también está durísimo”. Durante toda la entrevista, el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa Delgado luce una retórica que va de la precisión académica elaborada con citas textuales, hasta fragmentos de la historia recitados de memoria que conservan la poesía y la épica propias de Chávez, Fidel o Mujica.
Radicado actualmente en Bélgica, Correa volvió a Ecuador para reencauzar las fuerzas políticas de la Revolución Ciudadana y luego en enero para hacer campaña contra algunas preguntas de la Consulta Popular consideradas inconstitucionales y que, según el correísmo, ponen en peligro el Estado de Derecho en Ecuador. El 4 de febrero, tendrá lugar este referéndum que, vale aclarar, fue ideado por el candidato de la oposición, Guillermo Lasso, un personaje que fue investigado para PáginaI12 por la periodista Cynthia García, y cuenta con la asesoría de Jaime Durán Barba.
Rafael Correa dedicó la mayor parte de su vida a la academia. Estudió Economía en la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil y posteriormente, realizó estudios de Maestría en Ciencias Económicas en la Universidad Católica de Lovaina La Nueva, en Bélgica. Tras un período dedicado a la docencia y al trabajo como consultor privado, realizó un doctorado en Economía en la Universidad de Illinois en Urbana-Champaing. Desde temprano cultivó un fecundo recorrido político: fue presidente estudiantil en sus estudios de pregrado y también presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios Particulares del Ecuador. Tras un breve paso por el ministerio de Economía, en el cual concitó la atención de los medios y la población, decidió lanzarse a la presidencia en 2007. Luego de ser elegido por cuatro años, puso su mandato a disposición de la ciudadanía tras la aprobación de la nueva Constitución en 2008 y fue reelecto para el período 2009-2013 y, por tercera vez, para 2013-2017. También ejerció la presidencia Pro-témpore de UNASUR entre 2009-2010.
Antes del gobierno de la Revolución Ciudadana, Ecuador era uno de los países más inestables de la región. Entre 1996 y 2006, existieron siete presidentes de los cuales tres fueron electos por el voto popular y no pudieron culminar su mandato y cuatro que asumieron el cargo tras el abandono de sus antecesores, después de grandes agitaciones políticas y sociales. Luego de 10 años de Revolución Ciudadana, Ecuador recuperó la estabilidad política y los grandes avances en materia social permitieron que durante su mandato más de 1.9 millones de personas salieran de la pobreza.
Al final, las urnas dirán si el gurú de Cambiemos convalida su fórmula demoledora contra cualquier proceso de la izquierda latinoamericana. Mientras tanto, Correa mide su fuerza en las calles de todo el país y se funde en el abrazo de la población que no olvida los efectos de la Revolución Ciudadana.