“En el mejor de los casos hubo desidia ante algo tan crítico como la falta de medicamentos para pacientes con VIH”, lamentó el director científico de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, ante la falta retrovirales para entre 60 y 65 mil personas sin recursos que son asistidas a través del Programa Nacional de SIDA y advirtió que “es una situación que no debe ocurrir” porque afecta a la adherencia al tratamiento.
“Que se interrumpa la entrega de medicación transitoriamente por la falta de una firma, no recuerdo que haya ocurrido”, señaló.
Agregó: “Verificamos que el Programa Nacional de Sida pasó los pedidos con suficiente anticipación, pero a nivel Jefatura de Gabinete no se firmaron a tiempo las partidas presupuestarias”, confirmó el director científico de Fundación Huésped, en diálogo con Radio Con Vos. Advirtió que “en algunas áreas de gobierno habrá significado que falte tóner para la impresora o materiales para una obra, pero no afecta la salud ni la vida de nadie”. “Con insumos críticos no debería ocurrir”, sentenció.
Cahn consideró que no se trata de “una conspiración contra los pacientes con VIH” para que queden excluidos de su tratamiento en medio de la política de ajuste económico del Gobierno, pero lo enmarcó dentro “un problema general del Estado” en “el marco de una política de sentarse arriba de la caja y demorar decisiones administrativas sin pensar en las consecuencias que puede generar”.
La situación surgió de los ministerios de Salud provinciales que comenzaron a denunciar el faltante de medicamentos, cuya entrega “es una obligación del Estado nacional y no se puede provincializar”, aclaró el director científico. Cahn precisó que jurisdicciones como Córdoba, Ciudad de Buenos Aires y San Luis comenzaron a comprar medicamentos para cubrir el faltante (también los ministerios de Salud de Santa Fe y La Pampa anunciaron ayer que lo harán), pero “la preocupación es lo que pasa en las provincias que no tengan los recursos para responder”.
El especialista indicó que frente a la interrupción del suministro “el médico tiene que remendar la situación como se puede” y ejemplificó: “Si tomabas una gaseosa cola, te dan un pomelo, que te saca la sed, pero no actúa igual. Además, si estabas acostumbrado a tomar un vaso por día, con el pomelo necesitás hacerlo cada 12 horas”.
Ante esa situación, Cahn subrayó que el riesgo es “cambiar el esquema” de toma de la medicación, que puede llevar a “la principal causa de falla del tratamiento del VIH, que es el incumplimiento del tratamiento, la adherencia”.
“Está enfermedad, en la actualidad, es una enfermedad con la que se puede convivir, siempre que tomes la medicación todos los días del año”, destacó el director científico de Huésped y resaltó que el incumplimiento del Estado puede afectar más aún a los pacientes de menores recursos que no pueden ir varias veces al hospital en busca de los medicamentos que reemplacen su tratamiento habitual.
El Programa Nacional de SIDA provee la medicación para las personas que no cuentan con obra social ni prepaga desde 1994 y, según indicó Cahn, existieron con anterioridad faltantes transitorios, pero por decisión de los laboratorios privados –no existe producción pública de los medicamentos– de no presentarse a licitación ante un desacuerdo con el precio que el Gobierno ofrecía pagar. “En esas situaciones, el Estado hacía compras de emergencia. Pero faltante por el hecho de que no se firmó una partida, no recuerdo”.