Las avenidas Eduardo Madero, Ingeniero Huergo, Alicia Moreau de Justo y Antártida Argentina tendrán sentido único a partir de hoy y 14 líneas de colectivo cambiarán su recorrido mientras avanzan las obras del Paseo del Bajo, informó la Secretaría de Transporte porteña. Eduardo Madero e Ingeniero Huergo serán mano única hacia el sur mientras que Alicia Moreau de Justo y Antártida Argentina tendrán sentido único hacia el norte. Además, la red de tránsito pesado será desviada en dirección al norte por la avenida Elvira Rawson de Dellepiane y las calles Calabria, de los Italianos y Cecilia Grierson y, en sentido sur, por Eduardo Madero e Ingeniero Huergo.
En cuanto al transporte público, modificarán su recorrido las líneas de colectivos 2, 4, 20, 74, 99, 103, 105, 109, 111, 129, 140, 146, 159 y 180.
Como regla general, los colectivos que transitan por Ingeniero Huergo y Eduardo Madero circularán hacia el norte por Moreau de Justo y Antártida Argentina, mientras que los que circulan por Moreau de Justo y Antártida Argentina lo harán hacia el sur por Ingeniero Huergo y Eduardo Madero.
Tal como se hizo con la obra del metrobús, se reforzará la presencia de agentes de tránsito en el área. Se destinarán 150 personas por turno para colaborar con el ordenamiento del tránsito. También se prohibió el estacionamiento las 24 horas en ambas manos de las avenidas Calabria y De los Italianos.
El nuevo Paseo del Bajo, el corredor vial de 7 kilómetros que unirá las autopistas Illia, 25 de Mayo y Buenos Aires-La Plata, "mejorará la circulación de más de 25.000 vehículos por día y acortará tiempos de viaje", aseguró el lunes el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, al recorrer el avance de las obras.
"Vamos a beneficiar la fluidez del tránsito y las condiciones de seguridad vial en el Bajo, para que los vecinos viajen mejor todos los días. Las obras van a optimizar la conexión entre el norte y el sur en una zona clave", indicó Juan José Méndez, secretario de Transporte.
Sin embargo, pese a la difusión y la envergadura económica de los trabajos encarados, y tal como difundiera Página/12 en su edición del domingo, la obra no será monitoreada por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires (AGCBA).
El Paseo del Bajo es quizá la obra más importante que encaró el Gobierno de la Ciudad. Este tramo, el C, el más caro, fue adjudicado a IECSA-Fontana Nicastro (vinculada en tiempos de la adjudicación a Angelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri). La auditoría sobre el Paseo del Bajo no fue retirada del plan de auditorías de este año porque ni siquiera fue presentada para auditar por el oficialismo, y cuando la presidenta de la AGCBA, Cecilia Segura, planteó agregarla por su importancia, la rechazaron en el acto.
La ejecución de la obra Paseo del Bajo (el corredor vial de 7,1 kilómetros que une las autopistas Illia y Buenos Aires-La Plata) con un costo estimado de 650 millones de dólares, ni siquiera fue incluido en el plan técnico inicial. Es decir, nadie sabe si se cumplen los objetivos de la licitación, y mucho menos, si no se cumplen, la justificación real de los excesos.