“Buen día y bienvenidos a las nominaciones para la nonagésima entrega de los premios Oscar.” Esas fueron las palabras con las que John Bailey, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood, dio comienzo al sencillo anuncio de los títulos elegidos para competir por los premios más populares de la industria del cine. Que además, como indicó Bailey, representa una edición histórica, la número 90 desde que los responsables de la meca del cine decidieron reunirse en 1929 para premiarse entre ellos. Desde entonces mucha agua (y mucha sangre, sudor y lágrimas) corrió bajo el puente de los Oscar, incluido el simpático papelón ocurrido sobre el final de la entrega del año pasado, cuando los responsables de la organización confundieron los sobre que revelarían el nombre de la mejor película del 2017, haciendo que por unos pocos minutos los miembros del equipo del musical La la land festejaran un premio que finalmente se llevó el drama Luz de luna.
Nada de eso ocurrió en este acto que ayer a las 10 de la mañana (hora de Argentina) fue televisado a todo el mundo desde un despojado set de la ciudad de Los Angeles, en el que todo se desarrolló con absoluta ligereza y normalidad. El anuncio estuvo a cargo de la actriz estadounidense Tiffany Haddish y el británico Andy Serkis, quienes se encargaron de ir revelando de forma rápida y descontracturada los nominados en cada una de las 24 categorías instituidas para la ocasión. Este año competirán en ellas representantes de 59 películas que incluyen producciones de los cinco continentes, entre cortos y largometrajes, ficciones, documentales y films animados. Y aunque no se entregó ningún premio, porque sólo se dieron a conocer los nombres de los candidatos, aun así puede decirse que hubo ganadores y perdedores, reconocidos y olvidados.
La parte del león fue para La forma del agua, fábula romántica con elementos fantásticos que representa el último trabajo del mexicano Guillermo del Toro. Se quedó con trece nominaciones, apenas una bajo el record histórico de catorce que comparten la mencionada La La Land, (Damien Chazelle, 2016), Titánic (James Cameron, 1997) y La malvada (Joseph Mankiewicz, 1950). Dicha cosecha incluye a casi todos los rubros principales, entre ellos los de mejor película y director, mejor actriz protagónica y de reparto (Sally Hawkins y Octavia Spencer), mejor actor de reparto para Richard Jenkins y mejor guión original, además de otros siete que abarcan la mayoría de los rubros técnicos. De esta manera, La forma del agua ratifica su rol de caballo del comisario con el que también participó en algunas de las paradas previas de esta temporada de premios 2018. Entre ellas los Globos de Oro (siete nominaciones y dos premios), los británicos Bafta (once nominaciones) y las dos nominaciones del Sindicato de Actores (SAG) para Hawkins y Jenkins.
Pero si el tsunami de nominaciones que obtuvo el trabajo de Del Toro no resultó sorpresivo, tampoco lo fueron las otras ocho películas que completan la lista de candidatas a mejor película, en tanto todas ellas son también figuritas repetidas, cuyos nombres vienen pasando de entrega de premio en entrega de premio. Es preciso mencionar que esta falta de sorpresas de algún modo está vinculada a la decisión de la Academia, hace algunos años atrás, de liberar el cupo de nominaciones en la categoría estrella, permitiendo una decena de candidatas. Y las nominadas son: Llámame por tu nombre, del italiano Luca Guadagnino; Las horas más oscuras, del inglés Joe Wright; Dunkerque, de Christopher Nolan (otro británico); ¡Huye! de Jordan Peele; Lady Bird, de la joven y también actriz Greta Gerwig; El hilo fantasma, de Paul Thomas Anderson; The Post: Los oscuros secretos del Pentágono, de Steven Spielberg, y Tres anuncios por un crimen, de Martin McDonagh, el tercer británico del grupo.
Aunque es cierto que no hay nada sorpresivo en esta lista en la que no hay ningún nombre inesperado, sin embargo ciertas presencias resultan llamativas debido a las características de algunas estas producciones. Tal es el caso de ¡Huye!, película con potentes elementos del cine de terror e incluso el gore, géneros que estadísticamente no se encuentran entre los favoritos de los miembros de la Academia. De hecho entre sus productoras se cuenta Blumhouse, sello dedicado casi exclusivamente a producir películas de este tipo. La de Peele recibió un total de cuatro nominaciones, incluyendo mejor director, actor y guión. En cambio sí puede resultar una moderada sorpresa la ausencia de algunos nombres que comienzan a constatarse a medida que se analiza la lista completa de nominaciones.
Las más notorias son, sin dudas, las de Spielberg y McDonagh en el rubro a mejor director. Sobre todo la del británico, ya que su película ocupa el tercer lugar en el podio de las películas más nominadas de este año, con siete candidaturas, detrás de las ocho de Dunkerque y las trece de La forma del agua. Lo de Spielberg sorprende más por el peso específico de su nombre, ya que su película solo cosechó una segunda nominación, la de mejor actriz para la infaltable Meryl Streep, quien desde 1979 acumula 21 nominaciones y tres estatuillas (una de ellas como actriz de reparto). Ni siquiera Tom Hanks consiguió sumarse como actor protagónico de The Post, volviendo a poner de relevancia el poco interés que la comunidad de Hollywood parece tener hoy por la obra de Spielberg.
Si se tienen en cuenta los antecedentes, quizá lo más inesperado resulten las seis nominaciones recibidas por El hilo fantasma, octavo largometraje de Paul Thomas Anderson, que había pasado prácticamente inadvertido por los Globos de Oro y apenas un poco más en los Bafta. Además de las de mejor película y director, el film suma las nominaciones de Daniel Day-Lewis como mejor actor y la de Lesly Manville a mejor actriz de reparto. Por el contrario, merecido y esperado es el reconocimiento que recibió el elenco de Tres anuncios por un crimen, sumando la candidatura a mejor actriz de Frances McDormand y las de mejor actor de reparto por partida doble para Woody Harrelson y Sam Rockwell. Seis nominaciones recibió Las horas más oscuras, el drama histórico protagonizado por Gary Oldman en la piel de Winston Churchill, gran candidato a quedarse con la estatuilla de mejor actor. Curiosamente puede pensarse a Las horas más oscuras como contraparte de Dunkerque, ya que desde distintos ángulos ambas regresan sobre el papel del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. Entre ambas acumulan 14 nominaciones.
Entre las más relevantes para América latina, además de las de Del Toro (quien competirá no solo como director, sino también por la estatuilla de mejor guión y, en su rol de productor, por la de mejor película), figura la que recibió el director chileno Sebastián Lelio, cuyo último trabajo, Una mujer fantástica, es una de las cinco candidatas a quedarse con el premio a Mejor Película en Lengua extranjera, categoría en la que resulta una de las candidatas más serias. Su gran competidora será The Square, del sueco Ruben Östlund, que ya obtuvo 17 premios internacionales. Ambas habían sido candidatas a los Globos de Oro en la misma categoría, pero en esa ocasión el premio se lo llevó En pedazos, del director alemán de origen turco Fatih Akim, que ni siquiera figura entre las candidatas a los Oscar.
El reconocimiento para Una mujer fantástica parece formar parte de la ola inclusiva que llegó hasta las playas de la Academia luego de que hace dos años la comunidad de actores negros de los Estados Unidos acusara a los Oscar de ser un premio racista, debido a la baja cantidad de nominaciones que suele recibir la minoría afroamericana. La consecuencia directa se vio el año pasado, donde gran cantidad de artistas de color fueron reconocidos, incluyendo el premio a Luz de luna como mejor película. Dicho impulso parece haberse extendido también a los artistas y a las temáticas del colectivo LGBTI. Si bien la película de Lelio es la más visible en ese terreno, ya que cuenta con la impecable labor protagónica de la actriz transgénero Daniela Vega (quien pasó este año por el Festival de Mar del Plata, donde se proyectó Una mujer fantástica), también debe mencionarse al documental Strong Island, del director transgénero Yance Ford, una de las cinco elegidas para competir en su categoría. Además pueden incluirse aquí las múltiples nominaciones recibidas por Llámame por tu nombre, que narra una historia de amor gay.
Cinco curiosidades de las nominaciones a la 90º edición de los Oscar:
1- De obtener el premio de mejor director Del Toro se convertiría en el tercer mexicano en ganarlo en el último lustro, después de que Alfonso Cuarón se lo llevara en 2014 con Gravity y que Alejandro González Iñárritu hiciera lo propio por partida doble con Birdman (2015) y El renacido (2016).
2- Dobles nominaciones son las que recibieron la diseñadora Sarah Greenwood y la decoradora Katie Spencer (Mejor Diseño de Producción) y la vestuarista Jacqueline Durran (Mejor Vestuario) por sus trabajos en La Bella y la Bestia y Las horas más oscuras. Ellas son las únicas que este año tienen posibilidades de llevarse un Oscar por dos películas distintas.
3- También están duplicadas las nominaciones en las categorías de Mejor Edición de Sonido y Mejor Mezcla de Sonido. Ambas albergan a los mismos cinco candidatos: Baby Driver, Blade Runner 2049, La guerra de las galaxias: Los últimos Jedi y las omnipresentes Dunkerque y La forma del agua.
4- Por lo menos curiosa resulta la nominación de Koby Briant en la categoría Mejor Corto Animado por Dear Basketball, de Glen Keane, del cual el famoso basquetbolista es protagonista, productor y guionista.
5- En las listas de los rubros técnicos se acumulan películas que no participan de las categorías principales, aunque se trata de algunos de los títulos más recaudadores del año. Entre ellas pueden mencionarse las cinco nominaciones de Blade Runner 2049, las cuatro de La guerra de las galaxias: Los últimos Jedi o las tres de Baby Driver.
Acá es donde se terminan las palabras y comienza el tiempo de las votaciones, las apuestas y también del lobby que, como las brujas, todos dicen que no existen pero... Solo queda esperar a que en la noche del domingo 4 de marzo en el tradicional Kodak Theatre de Hollywood, cuyo nombre hoy resulta un tanto anacrónico, una bandada de sobres voladores revele ante millones de telespectadores los nombres de quienes se abrazarán por un rato a la gloria de los premios. Que no siempre es la gloria de la historia.