Luego de que decidiera dejar hace un año y medio su agrupación Hermanos McKenzie, así como su rol de instrumentista invitado de grupos del pop independiente nacional como Nairobi o Morbo y Mambo, para jugarse el todo por el todo como músico en Europa, poco y nada se supo de Ignacio Czornogas. Aunque en 2017 circuló la noticia de que el saxofonista de la banda de King Krule, el enfant terrible del indie británico, era él. Nadie daba crédito del rumor hasta que el 13 de setiembre fue lanzado el video de Dum Surfer, donde se puede ver un primer plano del músico argentino a los 26 segundos. Una vez que apareció el álbum que contiene ese single, The Ooz, en octubre, se supo, de parte del propio colorado londinense, que el crédito local fue fundamental en el armado de uno de los mejores discos del año pasado. “No me gusta sacar chapa, no es mi estilo. Por eso me costó compartirlo”, reconoce el multiinstrumentista en su primer regreso a Argentina desde su partida, en el barrio de San Telmo.
Tras dos intentos previos en Europa, Czornogas se encuentra instalado en Madrid con Cata, su novia argentina. No obstante, el artífice ahora conocido como Ignacio Salvadores eligió Londres como primera parada de su aventura europea. “Me interesaba la música que pasa ahí. Además, pese a que es una ciudad enorme, re dura y llena de artistas, sumás si sabés subirte a la ola”, justifica. “Ni bien llegué, le escribí a varios músicos que me interesaban para juntarnos a tocar, y Archy (Marshall, alquimista de King Krule) me respondió semanas después. Me dijo que le gustó lo que le pasé.”
Dos días más tarde de que el músico de 23 años lo invitara a zapar en la presentación del disco del novel jazzero Jamie Isaac, el Hermano McKenzie estaba en el estudio grabando The Ooz. “No entendía un carajo”, confiesa. “Esto sucedió en julio de 2016 y mi primera fecha oficial con él fue en junio de 2017, en el Primavera Sound. La emoción fue tan grande que casi me largo a llorar. No lo hice porque no iba a poder tocar. Fue una sensación inexplicable estar en el contexto que siempre imaginé.”
Una vez que regrese a Europa, al argentino lo espera una gira con King Krule por Europa del Este y Australia. No obstante, a pesar del trajín, Ignacio saca tiempo para seguir adelante con la banda que armó con su novia, Baba, con su emprendimiento solista, Galgo, e incluso con el proyecto de post punk que cristalizó con Archy y su hermano Jack, Hypnodisc. “El eje de todo es que sigan pasando cosas que me motiven y me mantengan con ganas de crecer”, explica el artista de 28 años. “La forma que tenga el proyecto, poco me importa.”
Aunque por lo pronto no vislumbra su vuelta a Argentina, la añoranza lo acompaña. “Hay algo humano y de cómo somos que no pasa allá. Esta ciudad no tienen nada que envidiarle a otra.” ¿Y los Hermanos McKenzie, que reactivaron para un recital este mismo sábado? “Es una pena que no haya tenido una repercusión más grande. Es una de las bandas más interesantes que salieron en los últimos años, y no porque toqué ahí. El resto de los integrantes se juntaron para hacer nueva música, aunque con otro nombre. Así que los McKenzie tocarán cuando estemos todos.”
* Sábado 27 a las 21 en La Tangente, Honduras 5317.