Homicidio, lesiones, portación ilegal de arma, amenazas y una probable asociación ilícita, son algunas de las imputaciones que el Ministerio Público de la Acusación le achacará hoy a Alan Funes. El joven de 19 años está preso desde anteayer y esta mañana llegará a audiencia imputativa junto con su pareja, Jorgelina S., de 24 años. Ambos están sospechados por el crimen de Marcela Díaz, hermana de "Tubi" Segovia, perpetrado el 14 de enero pasado, cuando Funes estaba prófugo de la Justicia tras incumplir la prisión domiciliaria que le había otorgado la Justicia de Menores, en otra causa por homicidio que pesa sobre él, y que espera resolución. En cuanto a la imputación por asociación ilícita, se esperan precisiones de la fiscal Gisella Paolicelli, que ya cargó ese delito al hermano de Alan, Lautaro "Lamparita" Funes, en septiembre, cuando fue acusado por hechos violentos y al menos dos crímenes. El muchacho también deberá sentarse frente a la jueza de Menores, María del Cármen Musa. La disputa de los Funes con la familia Camino dejó varios muertos.
El raid que Alan hará hoy por Tribunales tuvo que ver con un pedido de su defensa, de que todo se realice el mismo día, por cuestiones de seguridad durante el traslado del imputado, que está detenido en Piñero, junto a su hermano -a quien el Servicio Penitenciario decidió trasladar, luego de que éste dijera que su vida corría peligro en Coronda, donde están presos integrantes de la familia Camino-. Desde allí, Alan será trasladado hoy para encontrarse con la jueza de Menores -que lo esperaba ayer, pero el abogado pidió hacerlo hoy-, donde podrá explicar por qué se dio a la fuga. Según se indicó en su momento, el escape tuvo que ver con la viralización del video en el que se lo ve disparando balas de ametralladora al aire, en las fiestas de fin de año. Sin embargo, su versión sería que estaba amenazado y sentía temor por su familia (la mujer detenida con él y una pequeña de 8 meses de la pareja). "A nosotros nos dijo que se iba porque la nena tenía fiebre", dijeron los familiares de Alan cuando la policía allanó la vivienda donde debía cumplir prisión domiciliaria, el 5 de enero pasado, en el marco de la sospecha de haber dado muerte a Eugenio "Pupi" Solaro, en venganza del crimen de su madre.
En tanto, desde la clandestinidad, Alan respondió con amenazas al crimen de su hermano, Ulises Funes -el 7 de enero-, a través de las redes sociales. Por eso lo involucran en el homicidio de Marcela Díaz, ocurrido una semana después en Lejarza al 5400. El sobreviviente el ataque dijo que vio a Alan adentro del auto desde el que partieron los tiros.
Por hechos como esos, hoy Alan y su novia se sentarán en el banquillo. La figura de asociación ilícita es uno de los hechos a imputar, pero ayer desde el MPA prefieron callar. Las fiscales Paolicelli y Georgina Pairola estarán a cargo de la acusación ante el juez Héctor Núñez Cartelle.
Tras la captura de Alan, el ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, se mostró aliviado, luego de varios días de tensión: "Volvemos a poner a Alan Funes a disposición de la Justicia provincial para que rinda cuentas", dijo. "Queremos ser cautos y decir que esto no determina nada, porque nuestra labor apunta a seguir trabajando para disminuir la violencia, como se logró el año pasado; e identificar a las personas que pretenden liderar organizaciones criminales". Según detalló sobre el resultado del operativo: "Tuvo que ver con tareas de inteligencia de la PDI y las fuerzas federales. Es una persona muy peligrosa, no solo por los antecedentes, sino por cómo lo hemos visto disparando una ametralladora en las fiestas de fin de año. Estas bandas no tienen la peligrosidad y complejidad de otras que tuvimos en la ciudad de Rosario", aclaró.