En Chaco no para de llover. El fuerte temporal que azotó a la provincia durante el fin de semana siguió sin frenar su marcha, con más de 2000 evacuados, apagones, calles anegadas y una gran cantidad de árboles caídos. “Estamos en una situación dramática”, relató Gerardo Cipollini, intendente de Sáenz Peña, una de las ciudades más golpeadas por el adverso clima. Jefes comunales exigieron la asistencia del gobierno nacional. 

“El martes parecía que teníamos todo controlado, ya que el agua había descendido bastante gracias al trabajo de las bombas para el desagote. Pero ya no podemos continuar con estas tareas: desde las cinco de la mañana que no frenó la lluvia”, comentó Cipollini y agregó que “hay tres barrios periféricos muy afectados aunque las complicaciones se extenderán a gran parte de la ciudad”. En Sáenz Peña cayeron 400 milímetros en menos de cuatro días, es decir, más de la mitad de las lluvias que se pronostican en todo un año.

A su vez, por el temporal, el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, decretó el estado de “emergencia hídrica, económica, productiva y social” tanto en Sáenz Peña como en las localidades Quitilipi y Avia Teria, ambas ubicadas a menos de doscientos kilómetros de la capital chaqueña. “Es muy triste lo sucedido y continuaremos trabajando junto a los municipios como desde el primer momento”, comentó el gobernador y anunció una prórroga de impuestos para los afectados. Por su parte, intendentes de varias localidades y jefes comunales reclamaron la ayuda del Gobierno nacional. “Pese a contar con un plan hídrico provincial, es indispensable contar con la cooperación del Ejecutivo nacional”, declaró Jorge Capitanich, intendente de Resistencia. 

Por último, en la sede de Defensa Civil de la provincia de Chaco, se conformó una Sala de Situación para monitorear las consecuencias del temporal que se inició el viernes 19. En la reunión, las autoridades confirmaron el número de asistidos (2300 en toda la provincia), localizaron cortes de luz y calles anegadas en varias ciudades y alertaron sobre la crecida de los ríos Paraná y Paraguay.