“Este libro responde a una pregunta cuya respuesta creíamos obvia, pero que evidentemente no lo es: ¿Dónde debería permanecer tu pene cuando estás en la oficina? ¿Y en el supermercado? ¿Y en el subte? Si te desconciertan estas situaciones diarias, has dado con la lectura correcta”, explica el satírico Where Does Your Penis Belong? al público para el que ha sido especialmente pensado: en palabras de sus creadoras, “esos cretinos que creen que su falo es un monumento público”, prontos a bajarse los lienzos sin que haya consentimiento de la mujer que tienen enfrente o al lado. Pergeñado por la escritora Ashley Simon, la ilustradora Allison Gore y la diseñadora Isla Murray ante el tsunami de denuncias de acoso y abuso sexual de los últimos meses, decidieron estas jóvenes estadounidenses confeccionar el practiquísimo manual de etiqueta para esos confundidos varones que entienden por seducción o flirteo, abrirse la bragueta cuando les viene en santísima gana, aun cuando las involuntarias espectadoras nada quieran saber con lo que llevan en los calzones. Así, explicado para niñatos, cada página repasa un momento cotidiano (el varón comprando fruta en el mercado, el varón sentado en el tren, el varón haciendo fila para sacar entradas de cine, etcétera), acompañando cada circunstancia con el mentado interrogante, “¿Dónde debería permanecer tu pene?”, dando para cada caso la misma resolución: “¡En tus pantalones!”. Un manual para dummies contra el acoso, según ciertas voces a lo largo y ancho, que celebran la intentona absurdamente pedagógica de este humorístico y flamante libro en cuestión.
“Aun cuando las agresiones sexuales no responden al desconocimiento de estas reglas básicas y de sentido común -hasta para el más tonto-, sino a un abuso de poder, Simon, Gore y Murray han pensado que no está de más recordarlas y han publicado en Estados Unidos un libro en forma de cuento para niños, sencillito y muy claro, para que ningún hombre adulto pueda nunca excusar sus comportamientos abusivos bajo la disculpa de las erróneas interpretaciones”, subraya el sitio ibérico SModa. “Frente a tanto trauma e indignación, escribir Where Does… fue para nosotras un ejercicio terapéutico, una forma de procesar colectivamente todo lo que viene ocurriendo (… ) Como les ha sucedido a tantas otras mujeres, estos últimos meses nos han dejado conmocionadas, y el humor fue la mejor manera que encontramos para lidiar con un tema tan difícil. Pero el hecho de que utilicemos la ironía no significa de ningún modo que le quitemos gravedad al tópico”, aclara el trío dinámico, al que solo le llevó dos semanas dar forma al proyecto. Por una razón tristísima, dicho sea de paso: les sobraban ejemplos en los que inspirarse, tomados de la vida real.
Acerca de la génesis del proyecto, cuenta Simon: “Cenando con amigas tiempito atrás, comenzamos a hablar sobre las acusaciones de acoso y asalto contra personajes como el cómico Louis C.K., que forzó a mujeres en reiteradas ocasiones a mirarlo mientras se masturbaba, y nos preguntamos: ¿Es que acaso necesitan estos tipos un libro para niños que les explique dónde deberían guardarse el pene?”. Acto seguido, el libro en tono intencionalmente infantil, diseñado con colores primarios para facilitar lectura y comprensión de cualquier neandertal; una exitosa iniciativa editorial que tiene, además, correlato online: un sitio interactivo donde internautas pueden corroborar lo que han aprendido tras leer Where Does Your Penis Belong? Y si no han aprendido aún y, por tanto, no cliquean sobre el pantalón del muchacho dibujado, la paciente web les da otra y otra oportunidad, hasta fijar la fundamental lección…
Dice la chica Simon que cantidad de mujeres se han hecho ya de un ejemplar, en muchos casos para sí mismas, amén de desplegarlos en sus mesitas de café y -partiendo del tono ligero- usarlos como puntapié para conversar con amigos sobre consentimiento. Otras, en cambio, lo han adquirido para obsequiárselo a familiares o conocidos, hombres a los que -según les han hecho saber vía redes sociales- bien les vendría un manual de etiqueta simple y conciso. Y aunque agradecida por la óptima respuesta de la platea femenina, enfatiza Ahsley que el target del libro es la platea masculina. “Hemos tomado la decisión consciente de dirigir Where does… a los hombres, porque pensamos que no han recibido aún un mensaje suficientemente fuerte acerca de cómo deben comportarse y de cuán necesario es que tomen una actitud tan proactiva como las mujeres. Ya es hora de que estén a la altura de las circunstancias”, advierte la muchacha. Mientras Murray, socia en la aventura, aclara que “si en este libro con moraleja no hay princesas ni criadas ni cortesanas, y el género femenino brilla por su ausencia,” es porque “la conducta sexual inapropiada es un problema de los varones, que ellos deben resolver. Nos concentramos en los hombres porque en ellos recae la responsabilidad de corregir el modo en que actúan, y de amonestar además el mal comportamiento de sus congéneres”.
Por lo demás, confirma el trío que el ciento por ciento de las ganancias reunidas con la venta de ejemplares va destinado a RAINN (Rape, Abuse & Incest National Network), la organización contra la violencia sexual más grande de Estados Unidos. No descartan Ashley, Allison e Isla convertir a Where Does… en el primer tomo de una larga colección, con nuevos títulos que, sin desdeñar en humor, pongan bajo la lupa distintas formas de violencia, y hagan entender a los agresores el mensaje que ya viene sonando alto y claro: se acabó lo que se daba, muchachos. Sanseacabó.
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