El hombre que estaba a cargo de Franco Catanzaro dio detalles hoy del accidente que le costó la vida al chico de siete años en Costa Esmeralda, a pocos kilómetros de Pinamar, el domingo pasado. Román Piacentini acompañaba a su hijo Renzo y a Franco mientras el padre del pequeño estaba en la casa donde veraneaban. También contó que después del impacto, Agustín Ciari, el joven de 23 años que conducía el otro cuatriciclo, se fue y no se preocupó por las múltiples lesiones que le causaron la muerte al chico. La versión de la familia de Ciari es otra. Según su tío Cristian, Agustín no transitaba a alta velocidad y tras el accidente ellos concurrieron al lugar y trasladaron a Franco y su padre hacia el hospital. 

“Era nuestro último día de playa, nos íbamos a las 22, hicimos asado y fumos en camioneta a la playa”, contó el hombre, quien detalló que en el vehículo llevaban cuatriciclos de poca cilindrada para los chicos. El pequeño Franco manejaba un Yamaha de 90 centímetros cúbicos, un vehículo incomparable frente al Raptor de 600 cc de Ciari.

Piacentini narró que la zona donde bajaron no estaba alambrada. Los chicos salieron en sus vehículos hacia unos médanos, cada uno con su casco puesto y que al rato pasaron dos cuatriciclos a alta velocidad. Los conductores iban vestidos con equipo de competición. “Venían más o menos a 80 kilómetros por hora, lo cual es una locura ir a esa velocidad por la arena y con la cantidad de gente que hay. Un cuatriciclo tiene la particularidad de que no dobla y tampoco frena”, aseguró.

De acuerdo con su relato, en un momento perdió de vista los cuatriciclos de los dos menores y que pocos segundos después se cortó el sonido de los motores de los cuatriciclos de alta cilindrada y que poco después apareció. Renzo llevando en brazos a Franco. “Cuando lo vi me di cuenta de que estaba muy mal, tenía muchas lesiones por todo el cuerpo y un golpe fuertísimo en la cabeza”, detalló. También contó que el chico tenía fracturas expuestas y le hizo RCP. Luego se sumaron dos pediatras que estaba allí y llamaron al 911. 

“Yo veía que los Raptors venían saltando médanos sin que supieran lo que estaba del otro lado. Saltaron uno antes y cuando saltaron el segundo, atrás estaba Franquito. El cuatriciclo de Ciari lo aplastó, le cayó en la cabeza”, aseguró Piacentini. Explicó también que Franco venía detrás de Renzo y de haber ocurrido el accidente dos segundos antes, el impacto hubiera sido sobre el cuerpo de su hijo.

Para dar una magnitud de lo que fue el impacto, Piacentini dijo que “el casco de Franco estaba partido” en cuatro y que al Raptor conducida por Ciari “sólo se le dobló el guardabarros de plástico” y “no tiene un solo golpe”. Precisó que “le pegó con el motor” y que tras el impacto, Ciari cargó su cuatriciclo en una Toyota Hilux y se fue. "El que mató a Franquito lo dejó tirado y se fue", insistió.

La causa por la muerte de Franco está caratulada como homicidio culposo. Ciari aún no declaró. Fuentes judiciales estimaron que será citado cuando haya más elementos. Mientras, faltan hacer varios estudios y la reconstrucción del accidente.

Cristian Ciari, el tío de Agustín en que las redes sociales  se ufanaba de su fanatismo por los cuatriciclos y los vehículos de alta velocidad, fue subsecretario de Finanzas de Quilmes hasta el 10 de diciembre pasado y estaba en la playa el día del accidente. Fue quien salió a dar la versión de esa familia, que contradice lo relatado por Piacentini.

“Fuimos nosotros los que trasladamos al nene hasta el hospital, que interceptamos a la ambulancia cerca de Pinamar. Incluso mi hermano llevó al papá hasta allí en su auto”, aseguró Ciari y desmintió que haber abandonado a Franco en el lugar. También afirmó que "el accidente ocurrió a unos 300 ó 400 metros de la playa, en una zona de médanos y no había ningún adulto mirando" y dijo que su sobrino "no pudo asistir a nadie porque quedó inconsciente y no entendía nada hasta dos horas después cuando se recuperó en el hospital". Desmintió, además, que Agustín fuese a alta velocidad, aunque su única precisión al respecto fue que iba "a lo que se acostumbra en los médanos".