Más de diez delitos penales sindicados a Alan Funes provocaron que el juez Héctor Núñez Cartelle ordenara su prisión preventiva y la de su novia, Jorgelina Selerpe. La Fiscalía llevó al magistrado un dato contundente para sindicar a los acusados en el homicidio de Marcela Díaz, perpetrado el 14 de enero pasado: una bala extraída del cuerpo de la víctima fue disparada por el arma secuestrada en poder de la pareja, en el departamento donde se escondieron hasta el martes pasado. El acusado negó el hecho: "Soy inocente. Lo que encontraron no es mío. Donde yo estaba no secuestraron nada", dijo, y prefirió no responder preguntas de las fiscales Gisela Paolicelli y Georgina Pairola. Además del crimen, se le atribuyó ser miembro de una asociación ilícita liderada por su hermano, Lautaro "Lamparita" Funes -preso desde septiembre-, y René Ungaro -uno de los homicidas de Roberto "Pimpi" Camino-, que según se le imputará en febrero próximo, operaba desde la cárcel de Piñero. También le achacaron un ataque a tiros, previo al homicidio que cometió siendo menor, por el que debía cumplir domiciliaria cuando se fugó el 5 de enero. Jorgelina fue imputada en septiembre como parte de la organización, y ayer se le atribuyó el crimen y otros delitos por tenencia de armas.
"Que tire a la pared; no a la ventana, porque tienen otro hijo. Que se asusten. A la ventana, no; que tienen una hija chiquita. A la pared, y le doy mil ahora. Dos lucas es mucho para una pared. Y quiero escuchar. Que no le dé a la ventana ni a la puerta", leyó la fiscal Paolicelli los dichos de Alan en una de las escuchas captadas entre abril y mayo pasado, mientras estaba preso en el Instituto de Rehabilitación al Adolescente (IRAR). Tras sus palabras, en la grabación se oyen tres disparos, del otro lado del teléfono. "Lautaro le quiere dar a un tal Martín", le dicen en otra escucha. "Borralo", responde. Se trata de algunos de los episodios violentos por los que la Fiscalía acusa a Alan, su hermano y otros miembros de conformar una asociación ilícita.
En más de un audio aparece mencionado René Ungaro: "Recién René me pasó la metra, la FMK3", dice Lautaro en un audio. "¿Vas a tirar con la metra? Hay que ver quién graba el tiroteo. Debe sonar bien zarpada", le responde Alan, desde el IRAR. También Jorgelina quedó grabada en llamadas con Alan:
A: --¿Dónde estás?
J: --Estoy atendiendo en el pasillo
A: --Lámpara está por llevarte la pistola, porque tiraron allá.
J: --Ah, o sea que van a venir para acá y no tengo ni una gomera.
Con el ceño fruncido y las cejas levantadas, Alan Funes escuchó y negó con la cabeza las acusaciones que hizo el Ministerio Público de la Acusación. Jorgelina movía de un lado a otro la silla y mostraba una leve sonrisa, como desinteresada por las acusaciones.
Para la fiscal, Alan tenía "participación activa con el suministro de armas", dentro de la asociación ilícita; y recordó que Jorgelina fue imputada en su momento por colaborar con la organización.
En un hecho del 10 de diciembre pasado, Paolicelli lo imputó por amenazar con "cagar a tiros" (si no se iba después de las fiestas) a Marcela Díaz. "Luego le dio muerte", adelantó la fiscal sobre otro hecho que le sería imputado en la misma mañana. "El 29 de diciembre, en Dr. Riva al 20 bis, llegó en una Suran (que aún no fue hallada) y disparó contra Díaz, pero salió ilesa. A las 23 (de ese mismo día) le dio dos tiros al hijo de la mujer, que quedó parapléjico y por temor, él y su novia, dijeron que había sido un robo". Y le achacó el hecho que se hizo público: "El 1ª de enero exhibió una ametralladora e hizo disparos al aire. Esto fue publicado en las redes", dijo Paolicelli. Así, las imputaciones pasaron también por delitos como amenazas, abuso y portación de armas y tentativa de homicidio. "Todos estos hechos se realizaron en incumplimiento de la prisión domiciliaria", aclaró sobre la medida que Alan debía cumplir por el homicidio de Eugenio Solaro, perpetrado en mayo de 2016, cuando era menor de edad.
En tanto, la fiscal Pairola, de Homicidios, le achacó haber dado muerte a Marcela Díaz, hermana de Rubén "Tubi" Segovia ‑de la banda de los Camino‑, el 14 de enero, en Lejarza al 5600. "El testigo declaró que 'Chipi' (tal el apodo de Jorgelina) manejaba la Suran gris. Primero Alan se bajó y le tiró a Nahuel G. (cuando se estaba subiendo a la moto). Fueron seis impactos para darle muerte. La víctima simuló estar muerto. Jorgelina conducía, se bajó con el arma y ambos le dispararon a Díaz". Según indicó Pairola, el testigo mencionó que Díaz le dijo momentos antes que iba a ser padre, porque había obtenido un test positivo. En ese sentido, reveló que además de la versión del sobreviviente, tienen una evidencia fuerte: el arma secuestrada se usó en el hecho, porque se corresponde con una de las balas que se le sacó a la víctima. La fiscal no sabe aún cuál de los dos acusados disparó ese arma (había también una calibre 380). "Fue un plan conjunto de acción criminal", sindicó.
La defensa de la pareja consideró que los elementos son insuficientes y pidió que ambos sean puestos en prisión domiciliaria, con tobillera. Por Jorgelina ofreció una caución de 10 mil pesos y apuntó a que tenía que cuidar de su bebé en edad de lactancia. A su vez, dijo que Alan huyó de la prisión domiciliaria porque había sufrido un ataque a tiros en esa casa, el 30 de diciembre, donde además le dejaron una granada de utilería. También se quejó del relato del sobreviviente del crimen: "Hablo dos veces y la primera no nombra a mi clienta (que apenas fue imputada por primera vez, hace cuatro meses, estuvo en prisión domiciliaria). Es contradictorio", dijo, y negó que haya pruebas de la asociación ilícita.
En la causa de asociación ilícita hay más personas imputadas, como Lautaro Funes, y son cuatro los detenidos. Los primeros arrestos se hicieron en septiembre, durante el operativo que las fuerzas federales llamaron "Los Miserables". En tanto, Paolicelli adelantó que apenas termine la feria judicial imputará a Carlos Fernández, alias "Pelo Duro", capturado el 30 de diciembre pasado; y a Ungaro, que cumple condena por el homicidio de Pimpi Camino, familia con la que los Funes están enfrentados, en zona sur.
Menor. Antes de llegar a audiencia oral, Alan pasó por el juzgado de Menores a cargo de María del Carmen Musa, donde se le imputó un hecho de abuso de armas, que al parecer había quedado traspapelado. Se trata de un ataque del 14 de abril de 2016, en Alice al 5100. Se lo acusó de "haber disparado contra un grupo de personas que estaban tomando una gaseosa en la puerta de un kiosco. Uno de los proyectiles impactó en la pierna de Nahuel Z., que fue trasladado al Hospital de Emergencias". Sobre las circunstancias del hecho, la imputación describe: "Usted iba junto a su padre y pasó por el lugar a escasa velocidad, en una motocicleta". Ese hecho ocurrió dos semanas antes del homicidio de Eugenio "Pupi" Solaro, por el que la Justicia de Menores lo tuvo preso un año y medio en IRAR, hasta que le dio domiciliaria, ya que aún no hay fallo. En los pasillos del Tribunal ayer se preguntaban si con una imputación oportuna por el primer hecho, se hubiera podido evitar el crimen.