Una Ronda movilizada nuevamente, esta vez ante las declaraciones del jefe del bloque de Diputados del PRO, Nicolás Massot, se congregó ayer a las 18 en la plaza 25 de mayo. En ese marco, se leyó una declaración de las Madres y el Espacio Juicio y Castigo. "Rechazamos la idea de 'reconciliación' con los asesinos que pretenden impulsar, como ya lo hizo el año pasado la Conferencia Episcopal Argentina, y repudiamos con todas nuestras fuerzas el beneficio de prisión domiciliaria otorgado a Miguel Osvaldo Etchecolatz y otros asesinos, quienes fueron juzgados y condenados por crímenes imprescriptibles, a la vez que son homenajeados los dictadores en el Museo de la Casa Rosada y pretenden borrar los pañuelos blancos de nuestras plazas", dice el documento leído en la plaza.
Las Madres se pronunciaron "frente a esta nueva y feroz ofensiva del Gobierno Nacional, que quedó manifiesta en la vergonzosa declaración de Massot, proponiendo sin tapujos la impunidad de los genocidas, pretendiendo sepultar 40 años de lucha colectiva por memoria, verdad y justicia".
Por eso, "las Madres de Plaza 25 de Mayo y las distintas organizaciones que integramos el Espacio Juicio y Castigo, nos hemos convocado a esta Plaza para decir que aquí no hay olvido, que no perdonamos ni creemos en una posibilidad cierta de futuro sin el juzgamiento y condena a los genocidas y sus cómplices civiles".
Para los organismos de derechos humanos, "hechos como este se repiten en perfecta sintonía con la presencia desmedida de las fuerzas represivas en los lugares donde miles de trabajadores están siendo despedidos, en todo el territorio nacional".
Por eso, como cada Jueves, fueron a la Plaza "porque la historia no pudo ni podrá ser borrada, porque seguiremos tomando las calles y porque nunca lograrán detenernos". Recordaron a Santiago Maldonado, a Rafael Nahuel; pidieron la libertad de Milagro Sala y todos los presos políticos; reclamaron justicia por los tripulantes del ARA San Juan y no se olvidaron de José Luis Cabezas.