Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, reconoció que su red social es responsable de la viralización de muchas falsedades. Después de las críticas por el papel de la plataforma en la campaña electoral estadounidense, la compañía anunció que desarrollarían estrategias para prevenir que se diseminen engaños sobre hechos y personajes de actualidad. Este jueves finalmente se supo cómo van a ser y funcionar.

El gerente de producto Adam Mosseri afirmó en su blog que Facebook se va a  centrar "en lo peor de lo peor" de los engaños difundidos por los llamados "spammers" para su propio beneficio. También señaló que la ayuda de la comunidad de Facebook para detectar este tipo de noticias falsas es esencial. Las novedades llegan, entonces, en forma de medidas que, advierte, son "pasos iniciales" y "pruebas de aprendizaje".

"Estos son los primeros pasos para que difundir información errónea no sea rentable y para que los spammers no ganen dinero cuando la gente visita sus páginas web. Vamos a reprimir a estos spammers que se disfrazan de organizaciones de noticias famosas", escribió Mark Zuckerberg en su perfil de la red social.

La responsabilidad de todo, en resumen, va a quedar en manos de los usuarios y Facebook va a monitorear, más que asumir un rol editorial. En principio, los post van a tener nuevos botones, en la esquina superior derecha, para que cualquiera pueda indicar que considera esa información falsa.

Al recibir los reportes, Facebook va a enviar la información cuestionada a organizaciones externas que se dedican al chequeo los contenidos para que los revisen. Si se comprueba que son falsos, sólo permanecerá en la red social etiquetados como “controvertidos” y con un link que llevará a un artículo en el que se explica por qué. Además, aparecerán en lugares menos destacados de las Últimas Noticias de cada usuario y se advertirá cuando alguien quiera compartirlo.

Esto forma parte del plan de siete puntos que Facebook anunció a finales de noviembre para combatir las noticias falsas con una estrategia que aleja a la red social de la función de árbitro y deja abierta la posibilidad de leer y compartir la historia falsa igual, pero con condiciones. Hacia adelante, queda pendiente estudiar formas para que los usuarios opten por no compartir este tipo de historias y encontrar formas de reducir los incentivos financieros a la propagación de noticias falsas.

Después de las elecciones en Estados Unidos se supo que algunas personas que extendían este tipo de historias recibían un pago de empresas que mostraban anuncios junto a las publicaciones. En los tres meses finales la propagación y comentarios de contenidos falsos en Facebook se dispararon y superó al contenido de los principales medios serios, según un análisis de la web Buzzfeed.

Una de las publicaciones falsas más compartidas fue la que aseguraba que el papa Francisco apoyaba al candidato republicano Donald Trump. Otra mentira que se viralizó fue que Hillary Clinton apoyaba a una supuesta red pedófila que operaba desde una pizzería de Washington.