Asiduo visitante de Buenos Aires, el cantautor catalán Albert Pla acaba de estrenar el espectáculo multimedia que, con el nombre de Miedo elaboró en conjunto con Mondongo, grupo local que conforman los artistas plásticos Juliana Laffitte y Manuel Mendanha, caracterizado por el realismo de sus imágenes y por los materiales poco convencionales que utilizan para lograrlo. Dirigido por Pepe Miravete, Miedo podría ser catalogado como un recital teatralizado. Su protagonista promete un irónico abordaje acerca de los miedos más insignificantes de la vida pero también situaciones angustiantes, lindantes con la paranoia. Las funciones tienen lugar en el Teatro Regio, de Córdoba al 6000.
Sobre el texto de escena, Pla aclara en la entrevista con PáginaI12 que nunca tiene un texto escrito. “Es con las funciones que las historias quedan fijas... hasta que se me ocurre cambiarlas”, explica. El artista, que estuvo en 2016 en Buenos Aires presentando su espectáculo Guerra, cuenta con una trayectoria de 30 años como cantante y compositor para cine (entre otras, realizó la banda de sonido de Carne trémula, de Almodóvar), pero también como actor en ese mismo medio tanto como en teatro. También tiene publicada una novela, España de mierda. Su carácter poco convencional le trajo más de un problema: a menudo sus letras no son bienvenidas en los medios y muchas veces fueron prohibidas, como sucedió con “Carta al Rey Melchor”, una situación que, según él mismo explicó, fue producto de un malentendido: “Yo no perdería el tiempo hablando del Rey de España”, fue su respuesta.
–¿Cómo armó la estructura de Miedo?
–Fuimos tirando ideas. De las obras de Mondongo elegimos las que nos daban ambientes y texturas que iban bien con las canciones. Esas imágenes fueron pasadas a video y 3D para entrar en ellas, con un juego de pantallas que hace posible la sensación de profundidad. Yo estoy solo en escena, cantando y contando historias que siempre van variando hasta que quedan fijas o hasta que se me da por cambiarlas.
–¿Su espectáculo trata de los miedos que paralizan o de los que impulsan a la acción a lo largo de la vida?
–Una de las canciones dice “tengo miedo a moverme y tengo miedo a quedarme quieto”. Así que ya ve. Igual no le damos solución al miedo. Tampoco es un espectáculo social sino más bien íntimo, de lo que nos pasa a todos a lo largo del tiempo, sobre los miedos que lo atraviesan a uno en todas las edades.
–En ocasión del referendum de octubre pasado sobre la independencia de Cataluña usted dio a conocer una carta abierta. ¿Qué decía allí?
–A mí ese asunto no me importa demasiado. Tengo otras prioridades. Pero sí, lo veo bien, aunque no lucharía por ello.
–De algún modo también apoyó la voluntad independentista al declarar que le daba asco ser español...
–Es que cuando uno lee los periódicos y oye la radio y la televisión le están diciendo que uno es un subnormal o un genocida. Y me siento insultado. Antes, España estaba en manos de hijos y de nietos de franquistas que disimulaban lo que hacían. Hoy no. El gobierno y el modo en que se manejan los poderes dan asco. Claro que, según veo en mis viajes por el mundo, España no es demasiado original.
–En 2015 usted escribió una novela que se llama España de mierda. ¿De qué trata?
–La escribí estando en Uruguay. Es la historia de Raúl, un cantante uruguayo, y Tito, su manager madrileño. Van a España de gira pero todo se comienza a torcer, más que nada el país decrépito que encuentran. Es un libro de humor, una caricatura. Aquí creo que se publicó con el nombre de La odisea de los hombres buenos. Vaya título (risas).
–¿Cómo resumiría su carrera?
–Comencé a cantar en 1988. Tenía unas pocas canciones que pensé que gustarían a muy pocos pero enseguida me profesionalicé. Me siento maravillado, no me puedo quejar.
–¿Y cómo comenzó a actuar?
–Me llamaron. El cine es sencillo: te dicen entras por aquí y sales por allá. A muchos le parece aburridillo pero yo me lo paso muy bien. Y en teatro pasa algo parecido, porque si es muy complicado yo prefiero no hacerlo.
* Miedo, Teatro Regio (Córdoba 6056), de jueves a sábados a las 21, domingos a las 20.30.