Roger Federer avanzó ayer a la final del Abierto de Australia por el abandono del surcoreano Hyeon Chung, que dejó el encuentro de semifinales cuando era arrollado 6-1 y 5-2 por el suizo. El número dos del ranking se instaló así por segundo año consecutivo en la final en Melbourne, donde buscará mañana su sexto título en Australia y su vigésimo Grand Slam ante el croata Marin Cilic.
“No me gusta avanzar a la final así”, dijo Federer tras un encuentro de apenas una hora y dos minutos en un estadio Rod Laver techado por la lluvia. El joven surcoreano, afectado por unas ampollas en el pie, decidió retirarse cuando estaba siendo vapuleado por el suizo. “He jugado con ampollas y sé que duelen mucho. Me di cuenta que algo andaba mal antes de que pidiera asistencia”, comentó Federer, piadoso con su rival 15 años menor. “Tiene un gran futuro. Seguro será top ten”, agregó.
Federer llega a la final sin ceder un set y con el camino despejado para seguir agigantando su leyenda. Ante Cilic, su rival en la definición, tiene un récord de ocho victorias y una derrota después de haberlo vencido el año pasado en la final de Wimbledon y en el Masters de Londres.
El croata logró su boleto el jueves al derrotar al británico Kyle Edmund. Con su acceso a su tercera final de Grand Slam, el campeón del US Open 2014 será a partir del lunes número tres del ranking detrás del español Rafael Nadal, a quien venció en cuartos en Australia, y Federer.
El suizo, mientras tanto, se sigue riendo del paso del tiempo a sus 36 años. Ayer dio una lección al joven Chung, de 21 años, que no pudo continuar con su cuento de hadas y se vio superado por el escenario y sus problemas físicos. Desde el primer punto, Federer impuso su experiencia ante un rival que estuvo muy lejos del nivel que lo llevó a derrotar al serbio Novak Djokovic o el alemán Alexander Zverev.
El suizo comenzó recibiendo y aprovechó los nervios del rival para quebrar de entrada al grito de “come on”. Muy pronto se adelantó 5-1 tras un segundo break. Chung salvó cuatro puntos de sets, pero ahí acabó su resistencia. Un drive ganador le dio el parcial en 33 minutos a Federer e instantes después el suizo sacaba ya rápidas ventajas en el segundo set.
El surcoreano pidió entonces asistencia médica en el pie, pero estaba claro que apenas podría presentar batalla. Jugó un par de games y decidió retirarse cuando Federer se encaminaba a ganar el segundo capítulo.
Chung puso así fin de la peor manera al mejor torneo de su vida. El número 58 del ranking logró avanzar por primera vez en su carrera a la segunda semana de un Grand Slam y a partir del lunes aparecerá entre los 30 mejores del mundo. Hizo además historia para el tenis surcoreano, que nunca había visto a un jugador llegar tan lejos en un Grand Slam.
Federer, en tanto, queda a un paso de sumar un nuevo capítulo dorado a su mágica carrera. A sus 36 años y 173 días, es el tercer jugador más veterano en llegar a la final de Australia después de Ken Rosewall y Mal Anderson. Lleva, además 30 finales de Grand Slam –siete de ellas en Australia–, entre muchísimos otros records. Y el domingo irá por más historia.