Los 34 cóndores andinos que aparecieron muertos en Malargüe fueron envenenados con carbofurano, un potente pesticida que se utiliza para el control de plagas, pájaros y predadores, según confirmaron los peritajes ordenados por la justicia. “Las muestras tomadas en la zona por el personal de la División Operaciones del Departamento Ambiental de la Policía Federal y enviadas al Cuerpo Médico Forense confirmaron hoy (por ayer) que la muerte de los 34 cóndores fue por envenenamiento con carbofurano”, indicaron fuentes de la Oficina Fiscal de Malargüe, a cargo de Javier Giaroli.
El fiscal informó que el titular del laboratorio que analizó las primeras muestras enviadas a la ciudad de Buenos Aires le “reveló telefónicamente que se había logrado determinar que las muestras presentaban rastros de carbofurano”.
Por otra parte, fuentes de la Fiscalía indicaron que se están realizando otras medidas de relevamiento de pruebas con la colaboración de la Policía Rural y la Unidad Investigativa de Malargüe en los parajes de Valle Hermoso, Las Leñas, Los Molles y el Sosneado.
Por la muerte de los 34 cóndores fue imputado el puestero Nibaldo Baigorria por “daño agravado por uso de sustancia venenosa e infracción a la Ley de Fauna”, pero se le otorgó la prisión domiciliaria por motivos de salud. La justicia sigue buscando a un segundo imputado, también puestero, de apellido Rojas, que continúa en calidad de prófugo.
La de los cóndores de Los Molles no es la primera muerte que de animales por ingesta de carbofurano en la provincia de Mendoza. En el 2016, 15 animales –ciervos y llamas– murieron luego de ingerir rollos de alfalfa que estaban contaminados con este pesticida, cuyo uso está prohibido en muchos países. El carbofurano fue también lo que desencadenó la muerte de una niña en Mburucuyá, provincia de Corrientes, luego de ingerir una mandarina contaminada.